tu ausencia
acompañando la pena
que somete el alma.
Tu caricia lejana
no me alcanza
por mas que la traiga
el recuerdo.
Sueño con tu voz.
Idolatro tus silencios
y la mirada clara
que cada mañana
me regalaba una sonrisa.
Te extraño,
y no puede la nostalgia
ponerte otra vez
entre mis brazos.