viernes, 19 de noviembre de 2021

Cuento

Te acurrucas en el lecho
buscando el calor de mi cuerpo
mientras mis brazos te reciben
calentando ambos espíritus.
Tu sintiendo seguridad en el sueño
y yo apoderándome de tu cariño.
Ni siquiera hace falta el beso
ni la caricia que despabila.
Solo un abrazo intenso
dejando que entre las cobijas
comiencen a volar las fantasías
abandonados al reparador descanso.
Y por la mañana, cuando me levanto
siento el goce en el alma
de haber compartido los sueños contigo
de los que no  recuerdo nada,
solo la dulce sensación de tu abrigo
y el perfume de tu piel
que me acompañará todo el día.
Y así compartimos la vida
como si no fueran realidad las caricias
y hayamos robado de algún libro
un maravilloso cuento al amarnos.
Daniel Valdman