miércoles, 31 de enero de 2024

Espejo

Frente a mi casa
hay un jardín de infantes
y cada uno de los padres
trae a sus hijos en cochecitos
apurando el paso
para que la llegada no les sea tarde.
Felices los niños por el trayecto
sabiendo que jugarán todo el día
hasta llegada la hora de recogerlos
y vuelven a subirse a los cochecitos
para volver con los padres a sus nidos.
Al lado de mi casa hay un ancianato
con ancianos muy envejecidos.
Acosados por sus dolencias
que la vida les está cobrando
solamente por haber vivido
siendo que no todos caminan
por el peso que llevan encima
tras tantos años de soportarlo.
Las enfermeras disciplinadas
los ayudan a montarlos en sillas
que con sus ruedas pasean
sin tener que dar ningún paso.
Al ancianato los trajeron una vez,
quizás sea para el olvido.
No volverán a ningún nido
ni habrán padres 
que vayan a buscarlos.
Pero tanto los abuelos como los niños
estando enfrentados los edificios
a ambos los llevan en ruedas,
unos para acelerar el recorrido
y a los otros,
porque ya no les quedan fuerzas.
Daniel Valdman.



martes, 30 de enero de 2024

Trinos

Me regalan las aves
sus melodías
alegrando el espíritu
al poder disfrutaras.
Saludando al nuevo día
están dispuetas a la vida
aunque les sea dura y pesada.
Buscarán el alimento para hoy
porque no conocen el mañana
y a esta hora temprana
estirando sus alas
van despertando a sus crias
deseando que algún día
aprendan su faena
para volar alto ya crecidas
y continuar así la historia.
La aurora avanza
dejando atrás el alba
y ya iniciando el día.
Las máquinas aún callan
como respetando los trinos
en un silencio sin carreras
por lo temprano de la mañana.
El músculo aún descansa,
la mente reposada
se deja llevar por los últimos sueños
cubriendo todo el lecho
sin voluntad ni ansias.
Solo un humilde poeta
que disfruta este momento
donde todo está quieto
para encontrar esos versos
que algún día
alguien los leyera,
así, sin prisas, con calma
como comenzando la vida
entre trinos y gorjeos.
Daniel Valdman.



lunes, 29 de enero de 2024

Pereza

Se perdieron las musas
en el calor del verano.
Se habrán ido a dar un baño
tratando de soportar la temperatura.
Las ideas no se apuran,
ni siquiera se asoman
y la quietud de las letras
para no gastar sus fuerzas
no se mueven del teclado.
Ni siquiera hay rocío
aunque es muy temprano
y el cielo despejado
no da buenos augurios.
Las musas se escaparon
sin que pueda hallarlas
y no dejaron ningún verso
para expresarlo.
Quietas las letras en el teclado
no me dan ninguna ayuda.
Y a pesar que les hablo
tratando de convencerlas
no me hacen ningún caso
como si el silencio las enmudeciera.
Y pienso en tus caricias,
en tus besos, en tus abrazos,
tratando de escribir la poesía
que guardo desde muchos años
para brindártela algún día
cuando el amor en mi ya no quepa
y deba vaciarlo en un escrito
cuando las musas quieran
y las letras del teclado
dejen de tener tanta pereza.
Daniel Valdman.


domingo, 28 de enero de 2024

Domingo


Hoy es Domingo.
Me tomé el tiempo.
Lo hice mío sin afanes
quedándome un rato mas
arropado en sueños.
No hay compromisos extraños
que me obliguen a levantarme
y solo levito en pensamientos
que son todas iluciones.
Quizás sea una manera
de a mi mismo encontrarme
refugiado en la placidez
de no tener obligaciones.
Hoy no lucho contra adversidades.
El poder de la vida
es quien toma las desiciones
y me doy cuenta 
que discutir no me sirve,
que cada cual tiene su idea
y por más que yo no quiera
he de respetar con mi silencio.
Hoy se me acabaron los dramas.
Más de lo que hice, no puedo
porque me invadió la paz
de todos mis errores
y hoy, como es Domingo
dejo que la lucha diaria descance.
Daniel Valdman.

sábado, 27 de enero de 2024

Paraíso

Marchitas las hojas
ansían los inviernos
para que el frio y las aguas
calmen su tormento
mientras busco un pétalo
para llevarlo a tus sueños
y la sequedad de la tierra
no me deja encontrarlo.
Te ofrezco el jardín de mis anhelos
aunque no tenga aromas ni colores
que es lo que deseo
para crearte la sonrisa
cuando despiertes en el lecho.
Recorrí toda la huerta,
bajé por la pradera.
Recorrí la margen del río
que hoy está seco
y fui más allá de las fronteras
que marcan nuestro terreno
viendo a las pobres plantas
suplicar a los cielos
tan solo una gota de agua
que les sirva de consuelo.
Y volví a la cabaña
con las manos vacías
y te encontré despierta y levantada,
con los brazos abiertos
y una enorme sonrisa
sabiendo lo que había echo
tratando de encontrar un pétalo.
Y en el momento me dí cuenta
que tu eres el paraíso.
Daniel Valdman.



viernes, 26 de enero de 2024

Fuegos

Avanza la mañana,
el Sol calienta
y los fuegos no se apagan.
Arden los campos,
se incineran las montañas.
Los más elevados cerros
claman a los cielos
que les arrojen agua.
La fuerza del hombre no alcanza
y los animales huyen en desbandada
porque el infierno no perdona
color, espíritu, especie o raza.
Y el humo sube
y el calor no se aguanta.
Al aire irrespirable 
no hay viento que lo cambie
y las máscaras
a las caras apretadas
parecen que solo sostuvieran
una pequeña esperanza
de ganar esta guerra
dejando en las gentes sus marcas.
Se evaporan los sueños
entre tanto sacrificio
y cuando se apague el fuego
y se vea todo fundido,
no quedará más camino
que inventarse otros sueños
poniendo otras esperanzas,
cogiendo otras fuerzas
para empezar de nuevo.
Daniel Valdman.


jueves, 25 de enero de 2024

Tristezas

Secaré tus lágrimas
con pañuelos de besos
y arroparé tus angustias
con ramilletes de caricias.
Dibujaré en tu alma una sonrisa
para que sientas que la vida
también tiene cosas bellas.
Escucharé con atención tus dolores
para encontrarle la música que necesitan
y te abrazaré muy, muy fuerte
hasta que pidas te libere
de la presión en mi sentimiento.
Sembraré jardines de fantasías
para decorar tu mirada
y las flores en capullos
pretenderán tus caricias,
tus palabras, tus sonrisas
haciendo que brillen sus colores.
No llores más amada mía
que la nave de la vida
existe para amarnos.
Daniel Valdman


miércoles, 24 de enero de 2024

Nostalgias

Ví pasar el tiempo
en un atardecer cualquiera.
Iban apareciendo las estrellas
mientras el Sol se escondía
en un sufrido ocaso.
Así es la vida
con otro bello día
que se sumará a mi historia,
sin penas, sin glorias
pero con la conciencia limpia
en el echo de haber cumplido.
Voy dejando mi herencia
que no es mucha ni poca
antes que llegue la noche
y borre todos los colores
al llevarse la luz del día.
Quizás entre las estrellas
alguien me recuerde
con una mesa de café
y muchas fantasías
hablando de filosofías
que al final, nadie entiende.
Obras realizadas, versos perdidos
y caricias infinitas
que jamás llegarán al olvido.
El placer de amar
entregando siempre el alma
con una rosa o con una palabra
o con la caricia improvisada
bordada de sentimiento.
Llegó el ocaso,
el Sol se esconde
y me dejo llevar por las olas
en esta playa solitaria.
Daniel Valdman.



martes, 23 de enero de 2024

Sequía

Es temprano todavía.
Los girasoles aún dormitan
esperando que la luz brille
para iniciar un nuevo día.
Asomándome a la ventana
veo la ciudad  lejana
muy quieta y tranquila
esperando quizás, 
que el músculo despierte.
Los campos secos
pues hace mucho que no llueve
y el rocío que cae de madrugada
sencillamente no alcanza
para que madure la cosecha.
En ella están nuestros sueños,
todos los anhelos
para mejorar el mañana.
Pero estás tu,
quien comparte mi almohada
bendiciendo con tu presencia
la alegría de la casa
llenándola de esperanzas,
siempre con la sonrisa en la cara
y el amor con toda su fuerza.
El café que me sirves
tiene gusto a caricia
porque le pones el alma
a cada cosa que realices
por más que sean simples
y me llenan de ahinco
para comenzar la jornada
sabiendo que siempre me esperas
con los brazos abiertos,
con la sonrisa en la cara
aunque a mi regreso en las manos,
no te traiga nada.
Daniel Valdman.



lunes, 22 de enero de 2024

Alma

Te podría amar
con una rosa al desayuno
o con un beso en la frente
a la hora que despiertes.
Pero no, así no te amo.
También te podría amar
con un abrazo muy fuerte
o con un beso ardiente
que te haga estremecer 
con escalofríos el espíritu.
Pero tampoco, así no te amo.
Y si quieres que te diga
la manera en que te amo,
debes aceptar mis chistes malos
que te producen una sonrisa.
Los juegos con las manos
cuando en tí dibujan la caricia
o cuando te me quedo mirando
sin decir una sola palabra
y que traspace la piel
la profundidad de como te amo,
sin decirte nada,
o como ahora, 
que no te tengo a mi lado
tendrías que sentir cuanto te amo
aún teniéndote a la distancia.
Porque el amor vuela
y se asienta en el alma.
Daniel Valdman. 

domingo, 21 de enero de 2024

Imagen

La imagen lo desvela
y cada vez que la piensa
otro detalle le agrega.
Más anchos los labios,
más erguida la cabeza.
Profundidad en la mirada
y una sensación de ansias
para ser liberada de la piedra.
Los brazos extendidos
como saltando al vacío
o como iniciando un vuelo.
Y tomando el cincel y el martillo
con amor inicia su tarea
extrayendo de la piedra
el ser que ella encierra
y que hace sacudir su alma.
Porque lo que el artista talla
no solo vive en su conciencia
sino en sus manos, en su espíritu
en su destreza
creando la obra más bella
que jamás nadie haya imaginado.
Y cada noche que pasa
se sienta a su lado
compartiendo soledades y sueños,
con cada golpe del cincel y el martillo
detallando los rasgos
quizás de un amor vencido
o del que está descubriendo
en su delirio.
Y cuando cree haber terminado
un detalle lo incomoda.
Entonces, poniéndole corazón a la obra,
cincela un par de alas
para que no se sienta sola
y así juntos inicien el vuelo.
Daniel Valdman.



sábado, 20 de enero de 2024

Sueño

Érase una vez un sueño
que no sabía dónde posarse,
saltando de almohada en almohada
le costaba encontrar quién lo soñase.
Unos querían la paz,
otros anhelaban la guerra.
Había quien con un invento dormía
y otros con un negocio muy grande.
Y el sueño solo se sentía
porque era una simple caricia
puesta en un desconocido rostro
llena de dulce armonía
entre unos hermosos ojos
sin distinguir a quien pertenecían.
No había un nombre,
tampoco habían palabras.
Solamente esa mirada
que solo ese sueño imaginaba
deseando encontrarla
con toda la fe de su alma.
Vaya a saberse en qué mundo,
si en la tierra entre los humanos
o entre las estrellas del espacio.
O quizás estando posado
en una sencilla almohada.
Daniel Valdman.



viernes, 19 de enero de 2024

Miel

Comí el panal de tus besos
y esa miel me llenó el alma
pues no existe sabor más preciado
que el de tu piel emanado
en forma de cariño.
Nada alimenta mi ser
como lo hace tu sentimiento,
aunque no se diga nada,
ni siquiera un te quiero
pues no dejan los latidos
aparecer otros sentidos
llenando el espacio
cuando nos vemos.
Y si las distancias nos separan
por sinfines de motivos,
nos llevamos presentes
en las miradas, en las mentes
recordando cada instante
que juntos hemos compartido.
Para nada cabe el olvido
porque el amor,
nunca se pierde.
Daniel Valdman.


jueves, 18 de enero de 2024

Locura

La sangre de la pasión
gotea en cada verso
exprimiendo el corazón
por no saciar el alma.
El sentimiento hala
atrayendo a la locura
porque la razón desesperada
se batió en retirada
sabiendo que esta batalla
ya la tenía perdida.
Qué no dar por una caricia.
Por un beso apasionado
que deje la huella en los labios
para eternamente saborearlo
con la imagen de la amada.
Imposible resistirse
a lo que el corazón manda.
Un rostro, una mirada.
El brillo de esos ojos
que aprisionan el alma
y hacen escribir estos versos
sin razón y con locura
por no saber 
de qué otra forma amarla.
Daniel Valdman.


miércoles, 17 de enero de 2024

Mirada

Me dejo embriagar
por el brillo de tus ojos
y un halo de ternura
invade mi espíritu.
Irresistible la caricia
se asienta en tu rostro
mientras el deseo de amarte
puede más de lo que te amo.
De ti, solo quiero eso,
complacerme con tu presencia.
Sentir tu calor en mis venas
y tu suspiro en mi alma.
No puede mi pecho
soportar tanto sentimiento
y te pido disculpas
por robarte un beso
compartiendo la ansiedad
de que sepas lo que siento.
El amor puede ser en silencio
mientras todo se dice con los ojos.
Daniel Valdman.


martes, 16 de enero de 2024

Lejanías

Aveces las distancias
acercan a las personas.
Las traen en un recuerdo
o quizás en una enseñanza.
Rememorar un instante
que se nos repite en la mente
haciendo estremecer los bellos
o volviendo a sentir
quizás sin quererlo
el sabor de unos labios,
el calor de un abrazo
o la plácida sensación de la caricia.
Aveces recordar una sonrisa
nos hace sonreir estando solos
y esos momentos del pasado
nos alegra nuestro presente.
Aveces la distancia
no dice que estamos ausentes
sino que al contrario,
estamos más presentes
porque nos unimos con el alma.
El amor jamás se pierde
pues simpre deja una llama
que al recordarla
vuelve a encenderse.
La distancia es mágica
y mucho más
cuando los años pasan.
Daniel Valdman.




lunes, 15 de enero de 2024

Partida

Todavía no me he ido
y ya te extraño.
Me faltarán tus arrumacos
y todas las palabras
que no entiendes.
Me faltará que me repitas
una y mil veces
las cosas que por la edad
ya no escucho
o el tratar de entender lo que dices
cuando hablas sola y para adentro.
Me faltará que te recuestes en mi pecho
y mientras te acaricio el cabello
quedarnos dormidos
en el sillón que invita al sueño.
Tu ir y venir por la casa,
compartir la cocina
aunque ambos no quepamos en ella
y el abrazo de las buenas noches
procurando descansar
de una larga jornada.
Me faltará el te cuidas cuando parto
y tu sonrisa de bienvenida
a mi regreso.
Y aunque no lo creas,
extrañaré tu canto
que lo haces de vez en cuando
pero cantas bonito.
Me faltarás por unos días
hasta que la vida,
nos una de nuevo.
Daniel Valdman.



domingo, 14 de enero de 2024

Verano

El escritorio preparado
con su hoja, su lápiz
y si se es moderno,
también con su teclado.
El poema está rondando
entre sinfines de historias
mientras la mente divaga
entre coincidir las palabras
para que el lector se satisfaga
en lo que está leyendo.
El verano está ardiendo
y las playas como hormiguero
ya no encuentra más espacio.
No es propicio el paisaje
para en él encontrar un verso.
Las gaviotas se esfumaron.
Hasta las olas llegan despacio
sin encontrar el viento
para calmar con su abrazo
el calor que sufre la gente.
El verano está que arde
que hasta las ideas se derriten.
Y el poeta sumido en su conciencia
busca encontrar ese verso que refresca
y haga tiritar de emoción
la sensibilidad del alma.
Daniel Valdman.




sábado, 13 de enero de 2024

Tarea


Se levanta el telón,
la vida es un teatro
donde cada actor interpreta
el personaje asignado.
Intrépidos pilotos,
amantes deslumbrados,
domadores de caballos,
hechiceros de payasos
y diez mil quehaceres
que a mi no se me han dado.
Solo se me entregó una palabra
y tratar de ver 
lo que con ella lograba.
La tarea no es sencilla
porque de risas va cargada
y también de lágrimas.
Lleva en si ilusiones,
sueños, anhelos, riqueza y pobreza.
Tiene el poder de la enseñanza,
de la fuerza, de la fe, de las ansias.
De la música, de las canciones, de la danza
y de un sin fin de palabras
de las que me dieron una sola.
Quizás para escribir versos
que con el tiempo se hagan poemas
o quizás para gritarla hasta los cielos
porque la palabra que me dieron
tiene de nombre esperanza.
Daniel Valdman.

viernes, 12 de enero de 2024

Historia

Entró al bar.
Buscó una mesa vacía
y tras acomodarse
sacó un libro de su cartera
y con mucho cariño
lo comenzó a hojear
recostada en el respaldo de la silla.
Se la veía volar.
De vez en cuando, una sonrisa
y una satisfacción muy grande
al pasar a la siguiente hoja.
La curiosidad me incitaba
a conocer el libro que leía
y tras el tercer café 
decidí invitarla
a repetir su bebida
para poder ver la tapa
del libro que leía.
Me dijo que no es un libro.
Es una historia de amor
que jamás se repetiría
porque su pareja partió
a navegar por los cielos
y que ya no retornaría.
Y lo único que le dejó
aparte de su sentimiento
fue un libro de poesías
contando cada abrazo, cada beso
y la promesa eterna 
que jamás la abandonaría
si era que mantenía
ese libro abierto.
Daniel Valdman.

jueves, 11 de enero de 2024

Sueños

Cantan las olas su eterna melodía
mientras me hundo en el horizonte
hipnotizado por las lejanías
de mundos tan dispersos
al otro lado de las aguas.
Me sumerjo entre sueños
navegando en la barca
mientras los vientos me arrastran
a lugares de fantasías.
La imaginación me domina
sorteando arrecifes, colinas, montañas
o valles de esperanzas
permanentemente en nuevas aventuras.
Y sigo disfrutando
del viaje sin retorno
sentado en esta playa
sin destino tampoco
solo el plácido eco
en la melodía de las aguas.
Daniel Valdman.



miércoles, 10 de enero de 2024

Siembra

Se esconden los fantasmas
que jugaban en la neblina
a medida que cada paso
avanza hacia la labranza.
Hacen tintineo en el hombro
las herramientas que cargo
mientras camino por el sendero
que me lleva al destino marcado.
Terminar lo que ayer
tuve que abandonarlo
ya sea por el cansancio
o por lo mucho que te extraño
aunque sabía que me estabas esperando.
Es que no hay mejor paisaje
que encontrarme con tus brazos
saborear la dulce fruta de tus labios
y sentir el calor de tu abrazo
que me devuelve las fuerzas
que he perdido en los campos.
Y voy cargando la tarea
imaginándome tenerte a mi lado
dándole motivo a mi existencia
cosechando amor de cada siembra
y así a la tierra abonando.
Porque no hay mejor abono
que las caricias de tus manos
dándole vida a las plantas,
haciendo brillar los azahares
que serán el fruto
de nuestras esperanzas.
Cómo negarme a la labranza
si yo soy el esclavo
de todas tus bondades.
El amor lo puede todo
y justamente es eso
lo que realmente sembramos.
Daniel Valdman.






lunes, 8 de enero de 2024

Reyes

Salíamos a la calle
después de Reyes
a compartir los regalos recibidos.
Parecía una feria de juguetes
con los andenes cubiertos
de carritos y muñecos.
Los balones jamás faltaron
y las bicicletas y los futbolitos.
Y se iniciaban los torneos
sin ganadores ni vencidos.
Y se llenaba el barrio de algarabía
sin importar quien llegaba de primero.
Y el futuro tocó las puertas.
Se apropió de las casas, de las huertas.
De los jardines delanteros
que se cuidaban con mucho esmero
por la alegría que brindaban
con sus flores de verano o de invierno.
Y construyó apartamentos
desconociendo a los vecinos.
La calle se convirtió en avenida
sin sol en las esquinas
y sin gente que comente
las últimas noticias.
El futuro ha llegado
y él a traído
la soledad en los barrios
y una bella historia
que nunca jamás 
podrá repetirse.
Daniel Valdman.

domingo, 7 de enero de 2024

Caricias

Recostaste tu cabeza
en mi hombro
buscando el apoyo
de un sentido abrazo.
Tanta ternura
hubo en tu acto
que me fue imposible negarlo
Te apreté hasta que sintieras
el latir de mi pecho.
Acaricié tus cabellos,
posé mis labios en tu frente
y te dejaste llevar por las caricias
dejando que las sensaciones
arropen tu espíritu.
Me invadió tu cariño
en el abandono a mis manos
que no fui capas de moverme
para no interrumpir ese acto
y así estuvimos un buen rato
hasta que me dí cuenta
que ya estabas dormida.
Y te seguí acariciando
porque me sentí ser el soldado
guardián de tus sueños.
Daniel Valdman.


sábado, 6 de enero de 2024

Pensamientos

Las teclas mudas
esperan mis respuestas
para poner en las letras
lo que generan mis pensamientos.
Un cúmulo de ideas
sobre el mundo en que se vive
cargado de intereses
sin espacio al sentimiento.
Cómo vencer a la avaricia?
Cómo vencer al hambre que gobierna?
Cómo enriquecer la caricia
que un mendrugo de pan justifica?
Las teclas ganan su silencio.
Todas las palabras se ausentan
sin encontrar la manera
de regalar tan siquiera
un manojo de esperanzas.
Si, para eso los poetas
que entre sus versos y sus rimas
desean crear alegrías
a todo aquel que los lea.
Pero mordaz y cruel
la vida espera
acertar el golpe a la inosencia
sin nada que justifique
romper los sueños,
destrozar los anhelos
quebrar la alegría.
No, no son las guerras
ni tampoco los cataclismos.
Es la ambición desmedida
creada por la avaricia
que con poder y desidia
gobierna a los pueblos.
Y por ello las teclas callan
porque el amor
cada vez está más lejos.
Daniel Valdman.


viernes, 5 de enero de 2024

Huellas

Mojan las olas mis pies
borrando las huellas
que voy dejando
mostrándome que el pasado
es imposible remediarlo.
Estoy en la edad de los recuerdos
mezclando los buenos y los malos.
Circunstancias que he abandonado
atormentando mi sentir
y otras que me hacen feliz
con tan solo pensarlos.
Irreversible es
el paso en la arena
que el agua se lo lleva
sin tener destino propio
siendo esclavo de las mareas
a pesar de mis antojos
manejando los recuerdos
deseando que alguno de ellos
volviera a tenerlo en mi presencia.
La vida, carnaval de experiencias
mientras que de mis pétalos me despojo
porque en cada paso 
me voy marchitando
quedándome todavía fuerzas
para dar unos pocos pasos
dejando algunas huellas
que se perderán en la arena
llevados por las mareas
sin tener destino propio.
Daniel Valdman.


jueves, 4 de enero de 2024

Instante

Es muy temprano.
Aún el alba no ha despertado
y yo sin afán del horario
disfruto del silencio
que me regala la noche.
Y navego entre sueños
donde se escapa la memoria
sin hojas del calendario
aunque esté despierto
y no saber el día
al que pertenezco.
Solo se que es temprano
y el rocío aún no ha caído.
Las aves duermen en sus nidos
y en esta soledad y silencio
lo estoy disfrutando.
Gozo la voluntad de la nada
y es tan pura y real
como la naturaleza
que está afuera 
y quizás me espera
para compartir este momento
que espero nunca olvidarlo.
La paz es lo que se encuentra
antes de comenzar el día
con sus motores y bocinas,
con sus afanes y olvidos
de regalar una caricia
o de dar gracias a los cielos.
Daniel Valdman.

miércoles, 3 de enero de 2024

Vacaciones

Se deja descubrir
la ciudad vacía.
Los edificios con su historia
lucen monumentales sus obras
haciendo recordar
a sus mejores artistas.
No hay afanes.
Las carreras se detuvieron
haciendo un alto en lo cotidiano
dándole su tiempo al descanso
que bien la urbe lo merece.
Los decorados de navidades
se están desgastando
habiendo cumplido ya
con el propósito deseado.
Los motores no trabajan
y el regalo de la calma
produce mejores pensamientos.
La ciudad está vacía
y no parece un desierto.
Está reponiendo la energía
que gastará en los intentos
de llegar de primeros
a ocupar todas las filas
que se comen nuestro tiempo.
Daniel Valdman.



martes, 2 de enero de 2024

Temor

Se sorprendió el miedo
al verse en un espejo.
No podía creer
que fuese tan feo.
Se acercó a un estanque
para ver su reflejo
temiendo de asomarse
por no querer encontrarse
lo mismo que en el espejo.
Recurrió a la consulta
para saber si era cierto
y esta le dijo
que para salir de dudas
vaya de alguien muy sabio
para hallar su respuesta.
Preguntó a la sabiduría
si su fealdad sería perpetua
y entre libros y conocimientos
le dijo que en todo momento
siempre sería necesario
para dos veces pensarlo
mucho antes de equivocarse.
No quedó convencido
porque su dolor no era de conciencia
entonces recurrió a la ciencia
haciendo la misma pregunta.
Con un corte todo se arregla
con el bisturí en la mano
diciendo que la plástica
era un mal necesario
y que mejor se vería
quitándole algunas arrugas,
y cambiándole el peinado.
Caminando deprimido
y siempre con la cabeza abajo
se encontró en un tropiezo
con la esperanza 
que venía de otro lado
y al verlo tan angustiado
por la fealdad conque él se creía
tomándolo de la mano
casi casi con un abrazo
le dijo que era hermoso
porque sin él, ella no existiría.
Y juntos se fueron marchando
recorriendo los mismos caminos
siempre dando el mismo paso
para enfrentarse a la vida.
Daniel Valdman.


lunes, 1 de enero de 2024

Cumpleaños

Con mucha paciencia
abrí mi regalo
justo para mi cumpleaños,
quizás un poco atrasado.
Se sentía la suavidad
del papel que lo envolvía
y en cada rizo que rompía
la caricia con cariño
de quien lo había envuelto.
No importa su nombre,
seguro que desconocido
pero lo decoró tan bellamente
que daba lástima romperlo.
Y cuando llegó el momento
de vencer el suspenso
millones de gritos y de risas
se escaparon de la caja.
Cuántas alegrías, 
cuántas esperanzas
que hasta las tristezas contagiadas
con las demás cantaban y saltaban
en la celebración que acontecía.
Entre tanta algarabía
se me rodó una lágrima,
quizás de tanta risa,
quizás de tantas ansias
de recibir tanto cariño
de todos los que me aman
que no me alcanza el corazón
para repartirlo entre tantos.
Gracias a todos por estar conmigo
justamente en mi cumpleaños,
quizás un poco atrasado
pero muy lleno de cariño.
Daniel Valdman.