por la escarcha.
Se empañan las ventanas
con tan solo mirarlas
que dan ganas de dibujarlas
escribiendo un te quiero.
Le pongo más leña al fuego
que calienta la cabaña
para que abrigue los sueños
que compartes con la almohada.
Aún es muy temprano
y mereces el descanso
por lo mucho que has labrado
cultivando en nuestro nido
todo el amor y el cariño
de que es capas tu alma.
Porque el amor es tu sonrisa
cuando presientes mi regreso
y que con los brazos abiertos
me das la bienvenida
mientras he pensado en ti
durante todo el día
esperando solo,
que llegue ese momento
pues tras la jornada de labranza
trayendo todo el cansancio,
encontrarme con tu abrazo
es el mejor pago
que me puede dar la vida.
Daniel Valdman
