que siempre te espera
y el perfume que te envuelve
me llena el alma.
Cuanto calor hay en tu mirada
y la seguridad de que me tienes
hace que el sentimiento se desangra
y te amo, te amo con la pasión inocente.
Con el corazón descubierto,
con las caricias latentes
y con el espíritu que clama
juntarse con el tuyo.
Y te acaricio suave, dulcemente
aunque la sangre ferviente
me pide a gritos que te apriete
para sentirte aún,
más dentro mío.
Entregas tu cuerpo a mis brazos
y te recibe mi alma.
