Carrusel

Quiero subirme
al columpio de tus brazos
y que volemos alto
hasta donde las fuerzas alcancen.
Tocar el cielo con las manos
dejando que nos bañe
con una lluvia de estrellas.

Hacernos dueños del parque,

volviendo a ser niños

montando en cada juego

que nos esté al alcance

gozando cada instante

como si recién

lo estuviéramos viviendo.

Qué importa

que las canas nos delaten,

que apretamos las gafas

para que no se nos escapen

y que las cicatrices del tiempo

nuestros rostros marquen.

Qué importa la edad

aunque ya seamos abuelos.

Gocemos como los nietos

que tantas veces hamacamos

sin vergüenzas ni penas

por que seremos niños de nuevo,

de este parque los dueños

y reyes de las fantasías.

Y así, sentiremos la vida

correr por nuestras venas

y con un beso sellaremos

la eternidad de este romance.

Daniel Valdman