de tenerte entre mis brazos,
acariciar tu cuerpo,
apretarnos las manos
y compartir el mismo aliento
en cada uno de los besos.
Escuchar los susurros
de las palabras que no dices
y sentir cada gemido
que te sale desde el espíritu.
Mantengo la sensación
de habernos amado
porque fue un acto de piel
donde se juntaron las almas.
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