amanece el alba
con muy buenas promesas.
Incita a poblar la tierra
con las mejores semillas
que den sabrosos frutos
y tener una gran cosecha
con esta nueva siembra
en la más fuerte esperanza
y así poner en tu mesa
el regalo del esfuerzo
que han mantenido nuestros sueños
con el dulce sabor de tus besos
y la alegría de tu sonrisa.
Cargo en el morral las fantasías
y las promesas aún no cumplidas
para hacerlas realidad en la faena
en cada surco donde siembre
estas valiosas semillas
y que se cumplan nuestros sueños
con el abono de tu cariño
y de mi trabajo sobre la tierra.
Daniel Valdman.