para que no la apropie
alguien con tu mismo nombre
y deje naufragando mi sentimiento
en un cúmulo de errores
confundiendo su destino.
Ambos sabemos
lo que mi corazón siente
y de memoria conozco
la dirección de tu alma
que escribirla no hace falta
porque juntas se encuentran
en la misma encrucijada
entre lo que escribo y tu leas.
Al recibir la respuesta
imagino la sonrisa
que tu rostro ilumina
impregnada de cariño y sorpresa
y lanzo un abrazo y un beso
para que el viento los lleve
hasta el lugar que tu residas.
Y juntos así tras la distancia
continuamos el romance,
acariciándonos con palabras
que brotan desde las almas.
Daniel Valdman.
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