Espíritu

A veces nos movemos
entre encrucijadas
porque la vida nos detalla
sinfines de caminos.

Cuál es el correcto

nunca lo sabremos

hasta que se empiece a dar

el primer paso.

El error está al acecho.

Acertar o no es el destino

y es dificil corregirlo

cuando ya se está sumido

en la espiral de los abismos.

Decidir, crecer,

para adelante es el camino

aunque las adversidades

sean pesadas

y aunque parezca

que las fuerzas no alcanzan,

no hay otro rumbo que luchar

mientras el espíritu

no sea vencido.

Siempre adelante,

ni un paso atrás

solamente para impulsar

el salto más grande.

Y nunca sentirse derrotado

aunque seamos nosotros mismos

nuestro propio enemigo.

Daniel Valdman.

Tormenta

Sopla el viento
sobre las calles desiertas
ululando a su paso
creando temor en las tejas.

Nada lo detiene,

se mecen los árboles 

por su fuerza

y los nidos desaparecen

sin defensa de las aves.

Entra por las rendijas 

de las puertas

y golpea las ventanas

como queriendo romperlas.

Las naves en el puerto

con desespero se bambolean

y parecen pocos los amarres

para sostenerlas junto al muelle.

Por fuera, tormenta de viento y frío

mientras en el hogar

la leña se quema

y tu cuerpo pegado al mío

se abriga con el calor del cariño

y por la danza de las llamas.

Daniel Valdman.

Sequía

Abren sus hojas las plantas
para recoger cada gota de rocío.
La sequía es muy ardua
y los pastos están amarillos.

No alcanza el agua para riegos

y se van agotando los abrebaderos

sufriendo tambien los animales.

Es un mar de calamidades

porque no hay cultivos ni siembras.

Se toman decisiones inciertas

cambiando las faenas

tratando de encontrar

el mágico fluido.

Mientras la esperanza no cesa

mirando los cielos,

rogando promesas

mientras la tierra se quiebra

como abriéndose esperando el agua.

De pronto, un rayo a lo lejos

augura tormenta.

Se sacan baldes, ollas, lo que sea

esperando a los rayos, truenos y centellas

que caigan en esta vereda

para el regosijo de la naturaleza

y de los hombres y de las bestias

que ya no morirían de hambre.

Daniel Valdman.

 

Lluvia

Cae la lluvia sobre el tejado
y bebiendo un café,
nos tomamos las manos
disfrutando el mágico concierto
que nos regala la naturaleza.

El frío nos acerca

acurrándo los cuerpos

compartiendo la tibieza

que produce el cariño.

Y entre caricias

mis labios te esperan

levantándonos para ir al lecho

y entregar todo el sentimiento

que nuestras ánsias desean.

Cae la lluvia sobre el tejado

y se ocultan las almas

entre cobijas.

Daniel Valdman.

Luz

Se están ocultando las estrellas
mientras el astro mayor
va despertando.
Y yo, sentado frente a las letras,
dejo que tus sueños 

sigan brillando.

Me contarás luego

el devenir de tus fantasías

mientras estabas 

en el mundo del descanso

y me pedirás que te explique

lo que has soñado

poniéndo en juego

mi capacidad de adivinarlo.

Y mirándote a los ojos

con una sonrisa en los labios

sientiré que me eres

el Sol más preciado

que realmente, ilumina mi vida.

Daniel Valdman.

Vida

Nos marca a todos
el paso del tiempo
dejando sobre nosotros
las huellas de lo que vivimos.

Cambian los gustos

y como miramos

pues dejamos de ver los rostros

para tratar de encontrar las almas.

Los sentimientos se hacen más profundos

y en ti veo la belleza

que se hace más bella

con el paso de los años.

No convivo con tu cuerpo,

comparto la vida con tu espíritu

en los simples gestos,

en tu dulce sonrisa

y en la manera de preocuparte

diciéndome que no soy viejo,

que no se nota la edad que tengo,

que no me abuse de ello

y que vaya abrigado contra el frío.

Te amo como ahora,

ya no como antes

cuando la juventud exigía

apurar las energías

que el futuro estaba distante.

Te amo con muchos calendarios 

y con la más grande ternura

que me ganaste con los años.

Y así, en la vuelta que da el destino,

el amor crece en las pequeñas cosas

que sin ellas, no podría seguir la vida.

Daniel Valdman.

Cosas

Tienen su historia las cosas viejas,
desde que disfrutamos al recibirlas
de cuando eran nuevas
y en la cantidad de veces
que fueron utilizadas.

Quizás pasen a museo

para mostrarle a los decendientes

como se sobrevivió entonces

cuando lo moderno era un sueño.

El espacio que entonces era el cielo

y las noticias se conocían

conversando con los vecinos. 

Se escribían las cartas a puño y letra

dejando un poco de sentimiento

en cada trazo de la caligrafía.

Cuando se navegaba en aventuras

abiertas por los libros

y se respetaba al super héroe

en las caricaturas del periódico.

Si, las cosas viejas tienen su historia

y nosotros, los ya muy maduros,

somos parte de ella.

Daniel Valdman.

Espera

Es cruel y dulce la distancia

porque aleja los besos y caricias

atrapados en el alma

pero crea sueños de acortarla

con tan solo el pensamiento

y esa ansiedad sublime

de volver a enamorarla.

Los ramos de rosas 

se envían con el viento

y el trinar de las aves 

llevan el concierto

con música de amor

como testigo de lo eterno.

Pero al salir de ese sueño

los brazos vacíos 

desean ese cuerpo

para inundarlo de silencios

que solo se entienden en las miradas.

Y la angustia se adueña

de esa situación sagrada

clamándole al tiempo

que no se retarda

y que haga caer temprano

las hojas del calendario

para que pronto llegue la fecha

del encuentro programada.

Y volverán las caricias,

se colorearán los besos,

se realizarán los anhelos

todo junto en un abrazo.

Daniel Valdman.

Madurez

No vienen solos los años.
Van dejando en la piel
las cicatrices de la vida
y las experiencias recibidas
también van cambiando las almas.

Se hacen más sensibles los sentimientos,

mas agudos los pensamientos

y el amor, mucho más sincero.

Los pasos en las carreras

mucho más lentos

y los afanes, pierden su importancia.

Gana valor una caricia

o una mano extendida

y se pierden los prejuicios

justamente, por conocer la experiencia.

Si, los años traen sus cambios,

lo que fuimos antes

ya queda muy lejos.

Se abandonan los deportes,

se procura más paz y calma,

la meditación pasa a ser el juego

de todos esos recuerdos

que en la mente se acamalan

y vaya a saberse por qué circunstancia

vuelve también 

lo que se había olvidado.

Si, la vida nos hace sabios

dándole gracias

por tener otro día.

Daniel Valdman.

Nostalgias

Disminuyen las distancias
atraídas por los recuerdos

reviviendo emosiones

que alegran y duelen

por ya no tenerlos.

Se resisten los brazos abiertos

deseando volver a esos instantes

cuando un beso o una caricia

sanaban todos los males.

El bálsamo de una mirada,

el calor de unas palabras

y esas marcas dejadas

en la ansiedad del espíritu.

Se transitaron ya

caminos muy largos

que hacen imposible

recuperar el pasado

pues el tiempo de la vida

de todo lo vivido,

nos fue alejando.

Pero queda en la memoria

como testigo de lo andado

trayendolo de vez en cuando 

formando así la historia 

que quizás alguien recuerde

en algún instante 

que atravesó nuestras vidas.

Me lleva la melancolía

a estar como hoy,

quizás por lo oscuro del día,

recordar lo que he vivido

en el tiempo 

que ya se está acabando.

Daniel Valdman.

Otoño

Escribo para ti sin nombrarte
como cuando camino por los parques
y tu imagen viene conmigo

pateando las hojas de otoño

reviviendo antiguos atardeceres.

Y caen los recuerdos

de esos besos infinitos

o teniendo los ojos fijos

tratando de desnudar las almas.

Que sin fin de palabras

se quedaban en esos silencios

cuando tomados de las manos

solo nos mirábamos

disfrutando del espíritu ajeno.

Cuanto amor, cuantos te quiero

se quedaron en las gargantas

tratando que en las miradas

se entregase el corazón

que ya no cabía en el pecho.

Escribo para ti sin nombrarte 

porque se que tu sabes

que no tengo para más nadie 

mis sencillas poesías

que quizás,  mudas por no decirlas,

son como esas caricias

que solamente nacen del alma.

Daniel Valdman.

Ramito

Y es tu sonrisa
la que me da la bienvenida
haciendo pobre
mi ramito de flores
que con amor,
traigo entre las manos.

Pues es tanto 

lo que llena tu gesto mi espíritu

que realmente, no alcanza regalo

como para compensarlo.

Solamente te miro 

y quedo asombrado

del brillo de tus ojos,

del dibujo de tus labios

y de la felicidad que hallo

en el instante de encontrarnos.

Y es cierto, yo te amo

y el hecho de sentirlo

hace fuerte el abrazo

dejando el pobre ramito a un lado

para utilizar las dos manos

sin dejar que te escapes.

No me alcanza el beso

para que sientas mi alma

ni los latidos en mi pecho

diciéndote cuánto te quiero

y por supuesto, mucho menos,

el pobre ramito de flores

que con amor, he recolectado.

Daniel Valdman.

Suave

Y somos dos en los sueños
sobre la misma almohada
compartiendo el calor del lecho
y de un abrazo en silencio
sin siquiera decir nada.

Sentir que no se está solo,

nuestras almas nos acompañan

y el futuro de la vida

queda a expensas del sentimiento.

Mañana será otro día

pero hasta allí falta rato

y este momento del descanso

mientras los cuerpos 

entre ellos se abrigan

y comparten los suspiros

disfrutando las caricias

sin otras ansiedades

que gozar el cariño.

Y con un beso de despedida

suave y tierno en las mejillas

nos decimos hasta mañana

con el corazón en la garganta

y la felicidad de estar unidos.

Si, mañana será otro día

para amarnos como esta noche

tras los años transcurridos,

sobre la misma almohada,

en el mismo lecho

y con el mismo sentimiento

que nos hace eternos.

Muy buenas noches amor mío.

Daniel Valdman.

Cosmos

Viajé por el espacio,

sin hacer caso del tiempo

pues no había sol que me dijera

cuando termina un día 

y comienza otro.

La oscuridad del universo

le daba más brillo a las estrellas

que se acercaban y se alejaban

según mi recorrido.

Una luz más fuerte

brillaba a la distancia

que despertó en mi las ansias

de acercarme a ella.

No parecía un astro,

sin lunas ni planetas,

pero poseía una mágia

que cada vez más me atraía.

Y a pesar de la distancia

muy cercana me parecía

hasta que le ví las alas,

el cuerpo, la sonrisa

diciéndome despierta

que soy tu ángel de la guarda.

Daniel Valdman.

Partidas

Los cuerpos se van
y las almas se quedan.

Aveces nos cuidan y protegen

y hasta hablamos con ellas.

Cada vez que recordamos

las tenemos presentes

y quizás una sonrisa

acude a nuestra mente.

Los cuerpos se van

dejándonos sus historias

y esa sensación 

de tenerlas al frente

con las cosas que aprendimos

teniéndolas presentes

y extrañando su cariño,

sus palabras, sus consejos

y hasta aveces nos parece

que van junto a nosotros en la vida.

Si, los cuerpos se van

quizás, para estar más cerca nuestro.

Daniel Valdman.

Agosto

Los vientos de Agosto

no solo remontan cometas

sino que elevan

los sueños de niños

llevando al infinito

millones de fantasías.

Mientras se tensa la pita

todos son astronautas

recorriendo los cielos

en la búsqueda de otros mundos.

Se envían mensajes

a través de la cuerda

con órdenes o esperanzas

de que lleguen a su meta

tratando de que la cola

se mantenga quieta

y así llegar más lejos

de lo que el piloto anhela.

Agosto, mes de vientos y cometas

elevando los sueños

que yo también tengo

decorando los cielos

con las mismas fantasías.

Daniel Valdman.

Despertar

No se anima el cielo a decidirse
y la placidéz de la cama
incita a no levantarse.

El mundo de los sueños

sigue estando activo

y la voluntad desea

mantenerse en el calor de las cobijas.

La prisa de la rutina

está golpeando las puertas

y son débiles las fuerzas

para levantarse a abrirlas.

Porque la realidad no es un sueño

y los sueños, son una maravilla.

Daniel Valdman.

Margarita

Caminando por el parque
alfombrado de hojas amarillas
cambiando el vestido a los árboles
en el otoño ventoso.

De repente, una margarita

que se niega a abandonar el verano

luce fragante y encantadora

en medio de un triste paisaje.

No, por favor no la arranques

ni siquiera para saber si te quiere

cortándo pétalo por pétalo

preguntando si el amor te pertenece.

Mantén tus sueños,

no los quites de tu mente

y cada vez que en él pienses

suelta un profundo suspiro,

porque quizás, el aire de tu sentimiento

le llegue como un beso

endulzado a su mejilla.

Por favor, no arranques la margarita

y mantén fuerte la fantasía

que lo tienes entre tus brazos

y cuando lo veas,

brincará en ti fuerte la alegría

por esa hermosa esperanza

que por no cortarla,

te regaló la margarita.

Daniel Valdman.

Musas

Se fueron las musas
en pos de otros sueños

dejándome abandonado y solo

entre las sombras del universo.

Se escaparon las ideas

y las palabras y los sucesos

hacen remolinos entre los versos

que se me pierden sin sentido.

Estoy solo, me siento vacío

y la ansiedad de escribirlo

es como un mensaje tirado al río

deseando que entre las aguas

una sirena me rescatara

y me entregue lo que se me ha perdido.

Se llevaron la inspiración

sin que aparezca la pasión

que se encuentra en otros versos

recordándome que a veces pasa

que la conciencia con el alma

necesitan de un descanso.

Y yo, solo y apesadumbrado

sentado frente a la hoja en blanco

sigo extrañando a mis musas

que sin saber por qué, 

me han abandonado.

Daniel Valdman.

Aves

Pasan las aves de acero

haciendo con el rugido

notar su presencia.

Volarán a distintos destinos

donde no caben en mis sueños.

La fantasía de ser su pasajero

sin tener un rumbo fijo

hace más pequeño el mundo

de lo poco que de él conocemos.

Y la fantasía vuela

llegando a cualquier puerto

encontrando culturas nuevas,

sabores diferentes

y aromas sin saber que existieran.

Y vuelo por los cielos

afirmado aquí en la tierra

cruzando montañas, cerros y selvas

y ciudades fantásticas

que solo existían en los cuentos.

Y sigo aquí, mirando las estrellas

mientras las aves de acero pasan

llevándose consigo mis sueños.

Daniel Valdman.

Luna

Se hace dueña la Luna
del crepúsculo celeste

sin dejar que las estrellas

muestren su brillo nocturno.

Y mirando así al cielo

me enredo con tus cabellos

en la magia de los sueños

que mantego despiertos.

Recorro tus labios

en un suave gesto

mientras tus ojos

medio cerrados

me incitan al beso

bajo la Luna de romances,

entre promesas y caricias.

Y estás conmigo

con las estrellas oscurecidas

porque tu brillo es más profundo

del que puede la Luna

iluminando solamente

la inmensidad de mi universo

que es puro sentimiento

sometido al reinado 

de tu sonrisa.

Daniel Valdman.

Palabras

Esculpen las palabras
distintos momentos de la vida.

pero cómo se describe un beso,
cómo se detalla una caricia
o cómo se relata del perro la alegría
cuando su amo llega
tras un tiempo de ausencia? 

La profundidad del sentimiento

es imposible escribirla.

El laberinto de sensaciones

no tiene lenguaje mas que del alma

pues no se ha inventado el idioma

que transmita en palabras

el amor que se siente

cuando atraviesa la piel

haciendo bullir la sangre

tan solo con pensarlo.

Y es eso lo que por ti siento

y no puedo expresarlo.

Tan solo tu puedes mirarlo

cuando se cruzan nuestros ojos,

cuando la caricia no alcanza

o cuando unimos nuestros pechos

y pareciera que los latidos estallasen.

Si, así te amo,

y no tengo palabras para decirlo.

Daniel Valdman.

Noche

Aprovecho la noche
para liberar los pensamientos
que a veces son recuerdos
revividos en la mente.

Me acompaña el silencio

mientras la ciudad descansa

de todos los sonidos

que aturden y estallan

en el fragor de las carreras

por conseguir el sustento.

Y vuelven a mi

imborrables momentos

de pasiones, de sensaciones,

de angustias y alegrías

que transitaron por mi vida

con tantos errores como aciertos.

Traen las remembranzas

infinitas batallas

siendo algunas ganadas

y otras perdidas.

Pero todas dejaron su experiencia,

sabiduría cruel de la vida

tras los tiempos aprendida

cuando ya se acaban las fuerzas.

Y llego a esta noche,

cuando todo está en calma

aprovechando el silencio

que la quietud me regala

y los recuerdos me acompañan

diciéndome que he vivido.

Daniel Valdman.

Amanece

Nuevo amanecer.
Es muy temprano
para las noticias.

Es momento de soñar

aunque el Sol ya brilla

de que será un día en paz

tras tantas tormentas.

La ilusión que llena mi alma

es encontrarme con muchas sonrisas,

con la gente esperanzada

en la misma esperanza

que mi alma ansía.

Que las novedades sean augurios

de mejores convivencias,

que la palabra sea honesta

y muy francos los sentimientos.

Que la actitud sea buena

y que las manos extendidas

siempre estén para ayudar un poco.

Si, amanece

y es muy temprano para las noticias.

El jardín de la esquina

esté floreciendo

y es hermoso ver

como la gente lo admira.

Y así es mi sueño despierto,

justo ahora que está amaneciendo

y yo estoy soñando

con los ojos abiertos

que será un muy buen día

para disfrutarlo.

Daniel Valdman.

 

Paseo

Rueda rueda la bicicleta.

Tengo tiempo y caminos.

Lo que no tengo es destino

solo lo que me den las energías.

En cada pedaleo disfruto del paisaje

que hoy todavía es campo

sin que lleguen las ciudades.

Aprovecho este verano

antes de que llegue Agosto

con sus lluvias y sus vientos

anunciando el próximo invierno

obligándome a un encierro 

hasta el siguiente verano. 

El Sol me acompaña en el trayecto

y me ayuda mucho el asfalto.

La prisa no existe 

para llegar a algún lado

y el día me incita

para seguir pedaleando.

No vuelan los pensamientos,

solo estoy disfrutando

de lo que hoy es muy bello

y muy pronto estarán construyendo

las torres que darán sombra

a lo que hoy veo como un sueño.

Alguna vez contaré la historia

de lo que fueron las arboledas

que protegían los campos

plagados de siembras y cosechas

y de lo mucho que gozaba

andando sobre la bicicleta.

Daniel Valdman.

Fe

Brilla el Sol en la pradera.
Las flores silvestres despiertan
regalando más color a la vida.

Lo que fue sembrado crece

y caminar por los campos 

es la maravilla

para agradecer a los cielos

de crear la naturaleza.

El amigo fiel me acompaña

corriendo tras las garsas

rompiendo la armonía

levantando su vuelo asustadas

poniéndole blanco al firmamento.

Pide la labranza que marque los surcos

para sembrar las semillas

que algún día serán los frutos

conque se llenarán las mesas.

Hace su trabajo el azadón en mis manos

y la tierra se levanta húmeda y negra.

como abriendo sus brazos

esperando la siembra

llena de amor, de sueños, de primaveras

con la esperanza que entregue

una muy buena cosecha.

Y llegas tu cargando la sesta

con el desayuno a cuestas

tratando de que no se enfríe

apresurando los pasos 

hacia el encuentro

y también trayendo

una sonrisa en tus labios.

Y ese es el mejor regalo

entre tanta belleza

que la flor más bella 

de la pradera

me puede haber dado.

Daniel Valdman.

Humano

Te veo dormida y quisiera

meterme en la paz de tu sueño

y juntos viajar a otro universo

donde la maldad no exista.

Quisiera encontrar la tierra

donde brille la alegría

jugando con las estrellas

y las aguas de los rios

sean puras y cristalinas.

Creer en un mundo

que hoy solo es fantasía

sin máquinas ni ruidos

que entorpezcan el paisaje.

Quisiera regalarte

la mejor aventura

haciéndola valer tanto

como si fuera la última

y gozar y vivir al aire

sin máscaras que nos separen.

Cuantas cosas quisiera entregarte

pero tan solo soy un humano

que tomándote de la mano,

solo amor puedo darte.

Daniel Valdman.

Vida

Se detiene el frío

en el calor de los cuerpos

mientras recibo tu aliento

en un abrazo infinito.

El silencio de las palabras

aumenta los suspiros

creciendo más las ansias

de no acabar este momento.

No hay beso sin respuesta

ni caricia que no se atreva.

La libertad del sentimiento

se escapa por la piel

sin pudores ni fronteras

y la magia del cariño

hace de dos almas solo una.

El juego del amor hace de las suyas

sin permisos ni conjeturas

porque la libertad de amar

siempre es solo una.

Y lo único que se logra

en este romance de aventura

es recibir el premio

de prolongar más la vida.

Daniel Valdman.