los sueños anhelados
y se consagra la vida
unicamente a la subexistencia.
y se consagra la vida
unicamente a la subexistencia.
Las obligaciones dominan cada día
y por momentos se olvida
el motivo de nuestra presencia
del cual somos casi nada.
Pero hay algo que no se piensa
que nos alegra y nos tortura
al crear sonrisas o llantos
y sin lógica ni pensamientos
nos empuja hacia adelante
que no sabemos de donde salen
y son los sentimientos.
Pobre de aquellos
que se ufanan
de no sentir nada
dejando correr la vida
o sin que los ataquen los recuerdos.
Cuantas veces seguimos amando
a quien se quedó en el tiempo
volviendo a las caricias y los besos
que en los labios seguimos sintiendo
a pesar de las distancias ,
de la juventud, de los misterios
que nos perdió en alguna esquina
dejando que la vida
nos lleve por otros rumbos.
Y hasta aquí hemos llegado
negándonos a que nos digan ancianos
cargados de todos los recurdos
rememorándolos por un momento
que quisiéramos sea eterno
disfrutando este sol de primavera
habiendo recorrido ya tantos inviernos.
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