de la flor que fue muy bella
como dejando una huella
para los capullos que serán el futuro
como dejando una herencia
para no repetir su historia
creando flores más bellas.
Y serán los campos y jardines
testigos de los tiempos
en que las estaciones
tendrán colores distintos,
violetas, rojos, amarillos
que se convertirán en semillas o frutos
para alimentar la naturaleza.
Tendría que ser así
para todos los humanos
criando hijos tomados de las manos
los buenos caminos enseñando
para que sean los mejores frutos.
No todos aprenderán
de los milagros que da la vida.
Tan solo una caricia
que habrá tantos que no reciban
y se perderán en el mundo
de la codicia
mientras lloren los ángeles
desde el cielo.
Daniel Valdman
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