amanece en mi vida.
Siempre llevo la mochila
pues nunca se sabe si será el último.
No conozco cual es mi destino
pues no lo tengo en papel escrito
pero mantengo las herramientas a la mano
deseando que no me falten
para cualquier trabajo.
La conciencia pesa mucho,
la moral siempre en lo alto;
como un guerrero de la vida
voy cargado de energías,
de optimismo y voluntades
de llegar a alguna parte
que quizás sea el infinito.
Vuelvo a comenzar
ya no empezando de cero
pues tengo mucha experiencia
comenzando de nuevo.
Nuevos vecinos, nuevos amigos
y la simple aventura
de saludar a desconocidos.
Serán quizás otros cielos,
quizás distintos soles
y las estrellas por las noches
me guiarán por nuevos caminos.
Si, a comenzar de nuevo
dando el primer paso
porque ya lo viejo,
ha de pasar a mi historia.
Daniel Valdman.
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