me hizo andar por muchos caminos
escribiendo las historias
de cada paisaje, de cada circunstancia
sin tener un rumbo fijo,
solo el que quiso el destino
para grabarlo luego
en el libro de los recuerdos.
Rostros sin nombres
o nombres que no memorizo
con instantes y sentimientos
cambiándome el ánimo
a medida que visualizo
trayéndome alegrías,
culpas, errores,
caricias, besos y amores
todos agrupados en la conciencia.
Si, llegó la hora del balance
cuando el tiempo está en su declive.
Van quedando menos días
y la historia es muy larga.
Eso es señal que he vivido
poniendo en cada situación el alma
y de nada estoy arrepentido
porque cada error cometido
me ha servido de enseñanza
hasta llegar a esta hora cercana
donde me tocará el último juicio.
Daniel Valdman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario