viernes, 18 de agosto de 2017

Estoy triste

Tengo la pluma rota.
Es tanto el dolor
que me agobia
que se me cayeron pedazos
en Paris, Londres, Barcelona.
Cuál es la culpa
de creer en otros dioses,
de hablar otro idioma,
de vivir otra cultura?
Dónde se perdió la cordura,
que ser feliz es un pecado?
Por qué el espíritu malsano
busca inocentes
para sacrificarlos?
Yo también fui soldado
y luché cara a cara
con la muerte.
Vestida como yo,
de uniforme y con casco,
no disfrazada de paisano.
Siempre fue su bala o la mía.
A campo abierto
o en cubierto.
Respetando a los niños
a las mujeres, a los viejos.
Y se me rompe la pluma
en estos ataques siniestros
donde no respetan nada
teniéndole odio a la vida.

Daniel Valdman

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