la bendición de tus manos
en cada rosa que cultivas
sin que te hieran las espinas
mientras abre sus pétalos
agradeciendo tu cariño.
Todo el jardín brilla
bajo la presencia del rocío
y cada diamante
que se esconde en las gotas
espera que lo acaricies
como acaricias las rosas
dejándo el aliento de vida
que tu respirar envía
como un beso a la naturaleza.
Eres tu parte de la tierra
que mis sueños alimenta
entre caricias y besos
y el amor inmenso
que al mirarte en la huerta
despierta en mi las ansias
de tenerte en un abrazo
y juntando los dos cuerpos
amarnos en el bendito campo
que ha de recibir
todo nuestro sentimiento.
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