viernes, 22 de agosto de 2025

Silencio

fabricó el silencio
siendo solo los gemidos
los que flotaban en el aíre.
Las caricias contaban las ansias
de juntar los cuerpos
en las pieles erizadas
mientras se elevaban las almas
No había pudor,
mucho menos vergüenza
al entregar la vida entera
en los sentimientos expresados
con los cuerpos desnudos
y los corazones palpitando
sin saber lo que es locura,
sin soltarse del abrazo,
saboreando con los labios
cada rincón de los cuerpos
que se estaban entregando.
La concepción no estaba satisfecha
deseando que esos momentos
no dejasen de sentirse
queriendo que en cada beso
la eternidad se complaciera.
El trabajo del amor
fabricó el silencio.
Más no tenían qué decirse
pues con las almas 
y los cuerpos desnudos
ya se han dicho todo.



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