Recuerdo cuando yo la cargaba
y ella ahora cargando a sus críos.
Les enseña a tocar las plantas
que encuentran por la calle
como yo le enseñaba a tocarlas
sin salir de su cochecito.
Amar la naturaleza
como amarse a si mismo
porque ella es la madre
de todo lo que vive en este sitio.
Hoy me cuenta sus quehaceres,
que llevarlos a la escuela,
que treparon varios árboles,
que subieron la montaña,
que se zambulleron en el agua
que dejó en charcos la lluvia.
Si, crecen rápido los hijos
y crecerán más rápido los nietos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario