suceden milagros.
Pero lo milagroso
es tener otro día.
Disfrutar la mañana
seca o mojada
por el rocío del alba
y sentir como reciben
cada gota las plantas.
Oir el canto de pichones
pidiendo su alimento
y ver a los copetones
ir en busca de ello.
Que milagro poder disfrutarlo
y sin pedir nada a cambio
se nos regala la vida
porque cada día,
es un milagro.
Daniel Valdman.
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