cuantos romances lleva en su historia.
Qué cantidad de versos y poemas
se le han declarado a su figura.
Y hoy, dolida la noche por su ausencia,
los versos dedicados toman su descanso.
No se detiene el amor y sus caricias
aunque la Luna nueva no aparezca.
La oscuridad y su silencio
reflejan mucho más las estrellas.
Y en ellas, con la soledad de compañera,
dibujo tu rostro mientras parpadean
como haciéndome guiños de compinches.
No estoy solo, tu imagen me acompaña
desde lo más lejano del cielo,
en el rostro que mi mente halla
subido en lo más alto
de lo que puede el universo
y más alto aún
donde te lleva mi alma.
Daniel Valdman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario