mientras los vidrios opacos
oscurecen más el ambiente.
Las aves aprovechan los charcos
dándose el matutino baño
llenando de alegría los campos
mientras todo se viste de verde.
Húmeda y fresca la mañana
me invita a la labranza
diciéndome que ya está preparada
para iniciar la jornada.
Y mientras alisto las herramientas
vigilo que estés bien arropada
pues es una hora muy temprana
y no quiero despertarte.
Tu trabajo también es duro
y deseo que descances.
Asear la casa, atender los animales,
revisar la huerta
si ya están rojos los tomates,
acomodar bien la leña
pegadita a la chimenea
sosteniendo el calor del hogar
en nuestra sencilla cabaña.
Si, los trabajos son duros
pero tienen su recompensa
cuando con impaciencia
me das la bienvenida
y con una enorme sonrisa
te me aprietas en un abrazo.
Daniel Valdman.
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