miércoles, 23 de septiembre de 2020

Lluvia



Canta el tejado
al ritmo de la lluvia
mientras el alba se esconde
amparado por las nubes.
Junta los cuerpos el frío
para recibir el calor y cariño
al que el clima incita.
Y nos llenamos de caricias
disfrutando la melodia
que nos abre las puertas
para entrar a otro mundo.
Los gemidos y suspiros
suplantan las palabras
mientras las manos hablan
con cada poro del otro.
No hay pudores ni vergüenzas,
pues todo se entrega
al sentimiento de las almas.
Daniel Valdman


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