a anidarse en mi cuerpo
dándome el calor
que mi alma necesita.
Qué hermoso es el amor,
qué grande tu cariño,
para gritar que te quiero
y correr como un niño
repartiendo la felicidad
que tu corazón me regala.
Cómo te siento mi amada
que con solo pensarte
se me estruja el alma
y se eriza la piel
de tanto sentimiento.
Y por eso, duele la distancia,
porque en ella,
solo te tengo
en mi pensamiento.
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