navegando en la misma barca
buscando horizontes nuevos
en cada caricia que bordea el alma.
El desespero de la pasión
invade los sentidos
aferrándonos desesperados
a los brazos del otro
saboreando la locura
de los sentimientos.
Y te amo. Y me amas
y no hay poder más inmenso
que la dulzura de tus besos
y mi placer al satisfacerte.
Que se hunda la barca
en remolinos de caricias
que al fin y al cabo es la vida
que vinimos a disfrutar.
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