miércoles, 6 de enero de 2016

Juventud

Crepitan las olas en la playa
encarriladas por farallones
para hallar mejor destino.
Van y vuelven las aguas
siempre al mismo ritmo
enamoradas de la arena,
besándola en cada intento.
Y me recuerda a nosotros,
que en nuestros juegos,
tu corres de mis besos
y yo, detrás para atraparte.
Y nos sumergimos en abrazos
y sonrisas por un rato
para que te vuelvas a escapar
de la pasión de mis brazos.
Es el amor de niños
que ya de grandes jugamos
porque el amor hace la magia
de sentirnos jóvenes
para amarnos.
Daniel Valdman

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