Siento tu mano extendida buscando la mía para seguir el camino, haciendo los mismos pasos como en una danza del destino sin marcar rumbo fijo, dejándonos a la deriva. La senda nos llevará a donde quiera la vida. El mundo está por delante, tenemos mares de estrellas y los trinos fascinantes de las aves que nos siguen creyendo que somos nidos al estar vestidos de paraíso por el amor que llevamos. Se confunden los canarios, vienen a nos las golondrinas y las palabras furtivas que ellas nos cantan, nos dan el aliento soberano para seguir así andando, al ritmo del mismo paso, como el baile de la vida.
La tormenta de pasión abarca todos los sentidos. Se entrelazan las manos al arribo de un gemido y se entrecruzan los labios al placer indefinido. Olas de calor sacuden los cuerpos en un ritmo intenso sin querer terminarlo. Y surge la magia inmensa coloreando el universo sin palabras, en silencio, dejando lo que decir al idioma de las caricias. Son dos artistas creando un mundo nuevo donde reina el sentimiento de las almas que se buscan en el plácido encuentro. Ya no es pasión, es mucho mas que eso. Es la ansiedad del cariño que se oprime en los pechos y quiere ser liberada. Y ya, cuando llega la calma, un par de intensas miradas se dan el agradecimiento de haberse acompañado a tan hermoso viaje descubriendo otros universos.
Recostada sobre mi falda mientras acaricio tus cabellos, hablamos de nuestros sueños entre fantasías y realidades. Volamos a mundos diversos casi cogidos de las manos con la seguridad del cariño que nos tiene atrapados. Somos uno con dos voces intentando las mismas aventuras y nos sentimos como niños inventando nuevos juegos. Y es hermoso hacerlo contigo porque las maravillas de la vida son mejores al compartirlas y con el amor que nos tenemos no necesitamos mas mundos que el que tu y yo hacemos. Daniel Valdman
Te veo entre la bruma venir lentamente cargada de angustias tras la sonrisa permanente. Siento tus brazos abrazar mi cuello y entregarme el sentimiento que a tu alma acongoja. Te aprieto fuerte, acaricio tus cabellos y el ambiente cambia de sombras a colores bellos. Vuelve tu mirada a relucir su brillo y la caricia calmada dibuja tu real sonrisa. Para eso estoy. Para escuchar las penas y compartir las alegrías. Para entregarte la caricia cuando sobran las palabras y para besar tu frente en la entrega de cariño o en los labios, para mostrarte que eres la mujer de mis sueños. El amor no es materia, solamente es sentimiento y te amo.
La caricia es la que calma, la que alivia, la que cura. Es la llave de apertura a infinidad de sentimientos. Domina fieras, somete heridas. Es la que da compañía en soledades muy profundas. Es la que brinda amor y también la que excita. No hay palabra que explique el poder de la caricia. Y por ello para ti guardo todo el caudal de mi energía para brindártelo en mis manos recorriendo tu figura, tu rostro, tus cabellos, mostrando el mundo bello que hagamos con nuestras miradas, tras las caricias, sin palabras y quizás también con un beso. Has de ser mi fiera domada, la herida curada y el motivo del amor que te tengo.
Tu nombre es mágico, porque cada vez que lo pienso miles de sensaciones me invaden y un cariño enorme llena mi pecho. Vuelven las caricias sobre mi piel y las ansiedades de tenerte otra vez entre mis brazos. Si, tu nombre es mágico, simplemente ahora, que lo estoy recordando, inquieta la escritura, el estar sentado y quiero correr a tu encuentro para fundirme en ti con un abrazo. La suavidad de tu presencia invade mis sentidos y aunque no estás conmigo siento todo lo que te estoy amando. Me es difícil resistir al sentimiento porque me lleva a nubes que solo contigo he estado y no quiero bajar de ellas porque es muy dura la realidad sin en ti estar pensando. Si, la magia de tu nombre, me tiene atrapado.
Entran mis manos en tu piel buscando la caricia profunda; la que te de el sentimiento que mi alma inunda. Buscan mis labios absorber tu aliento excitando tu cuerpo a la pasión descontrolada para así saberte amada haciendo eterno este momento. Y se juntan los besos y se enredan las caricias mientras los gemidos estallan entre placer y fantasía. Y en ese abrazo intenso, arañándome la espalda, en tu pasión descontrolada, me dices que eres mía.
Se nos pasa el tiempo sin poder atraparlo y va dejando sus huellas en las cicatrices de la vida. No podré darte mas de lo que me queda y aunque hasta hoy, te he dado todo, se que a mi alma no le alcanza. No necesito mas horas. Necesito de ti, de tu presencia, de tus caricias. De la mirada preguntona diciéndome qué mas tiempo que ahora. Y seguir amándote como si nunca haya existido el amor y nosotros lo descubrimos. No me sirven los recuerdos porque al recordar, mas te ansío. Y los momentos vividos fabrican la historia que el cariño no quiere acabar. El adiós entre nosotros no existe. Solamente el tiempo, faltará.
Las estrellas embriagan mi conciencia y paso a ver sueños dibujados en el cielo. Te veo brincar entre jardines alegre y feliz con tu canasta de flores. Te veo recorrer los campos, visitar los bosques y traerme una sonrisa que aún mas me enamora. Veo esos sueños en el cielo y creo que mi mente está loca. Y la verdad, ya no me importa mientras sienta por ti lo que siento. Porque la felicidad es eso, locura y sentimiento.
Me son pequeños los brazos para el amor que te tengo mientras la lluvia sigue y yo, teniéndote, te extraño. Porque estando conmigo es mucho más lo que te ansío y necesito de ti, no se qué cosa. Es tenerte absolutamente toda mas allá de la piel, quizás, hasta tu sombra, porque mi alma no se contenta solamente con los besos ni con esas caricias que hacen vibrar mi cuerpo. Necesita de ti como el mas preciado alimento para seguirte amando como el mas grande deseo. Y es así, no lo niego, que me encadené a un sentimiento, tan profundo, tan bello, que me hace vivir en otro mundo haciéndome creer que esta realidad, es un sueño.
Puede la caricia suave llegar a extremos impensables con la sola intención de entregar lo que se siente. Puede el beso sutil enervar toda la sangre sin querer dar pasión, solo la emoción de entregar el sentimiento. Y cuando la palabra muda hace flotar en el aire las ansias espirituales que dos cuerpos aprisionan, se inicia la magia loca de mezclar almas, cuerpos, sentimientos y ansiedades. Y dejamos de ser nosotros para crear un nuevo ser, con dos corazones, muchas palpitaciones buscando un nuevo amanecer. Somos dos almas en un solo amor.
Te hablaré desde el pecho con palabras sencillas para decirte que en mi vida no todo fue color de rosa. Hubo nubarrones y tormentas y precipicios profundos. Pero la vida recompensa y te puso en mi camino señalándome que el destino estaba en tus ojos mar. Y me entregué a tus caricias y los cielos se aclararon. Se alisaron los senderos y florecieron los campos. Nuevos soles amanecieron y en el fondo de mi pecho se hizo el espacio para tu alma. Vives en mi como luminaria despojando las tinieblas que a mi espíritu abarcaban y devolviste el amor que hacía tanto aguardaba. Hoy, no te hablo desde la palabra, ni desde la caricia, ni desde los besos, esos, que tanto anhelo, porque mi sentir no está en la sangre, ni siquiera en el cuerpo. Está en la nube de los tiempos como si fuera tuyo desde siempre.
La lluvia marca tu ausencia trayéndome la nostalgia cuando entre caricias, no sentimos las tormentas. Cobijándose nuestras almas entre apasionados cuerpos y mientras el sabor de los besos endulzaba el ambiente. Sin velas ni candiles, solo con la luz del sentimiento explorando los caminos para llegar al mismo encuentro. Imaginando las miradas en ojos ciegos con luz apagada, sintiendo explotar las almas de tanta pasión y ansiedades. Poseernos la única idea que mas que un pensamiento era necesidad plena. Respirar de tus suspiros, erizarme la piel con tus caricias y volar por mundos desconocidos en ese instante de entrega. La lluvia marca tu ausencia y la nostalgia te extraña.
Surcan los rayos en el cielo retumbando furiosa la tormenta. Cada trueno, cada centella, asegura los pasares de malos momentos. Y estás tu, acurrucada y escondida en mi pecho combinando el calor que doy y recibo. Entonces la paz vuelve y la tormenta no importa. La esperanza en el aire flota de poder sanear adversidades. Con solo tu caricia y una palabra graciosa, cambia el cielo, se van las nubes y vuelve a brillar el sol en esta fantasía de vivir. Siento tu calor y se que todo es posible. Porque el amor que te tengo puede mas que los huracanes.
Cuando navego por tu cuerpo recorriendo cada pliegue siento que eres el mar que me lleva a las aventuras de sensaciones. Fluyen las ansias de tenerte solo para acariciarte y sentir la brisa amable de tus suspiros en el goce. Tener tus manos en mi espalda, sumergir tus dedos en la nuca alborota mas la sangre y pierde la noción mi mente loca. Eres la sirena que me tiene atrapado en el canto del amor del que no quiero zafarme. Y pido mas amarres que me aten a tu boca, aunque naufrague en tu lecho, porque la vida es corta y si me llega la hora ahogado en tus caricias, se que cumplí la premisa de ser feliz al conquistarte.
Cuanto amor hay en tu mirada que mis ansias no alcanzan a controlarse. Quiero comerme a besos tu cara y estrecharte en un abrazo para que conozcas lo que siento. No son suficientes las expresiones del cuerpo que nacen del sentir mas profundo. Es un mar de anhelos, que sofocan el espíritu y quieren compartir contigo el sentimiento. No son suficientes las palabras, ni tampoco los gestos. Es todo un universo que se abre a tu mirada. Tanta paz, tanta calma y a la vez el bullir de la sangre que clama. Es que te quiero toda, en cuerpo y alma.
Beberé de tu cántaro sin descaro, absorbiendo cada gota que de tu ser fluya. Te sentiré infinita volando a la aventura de entregar los sentimientos que sin saber tenías. Por ese instante has de ser mía que como comandante te guiaré en el vuelo y luego volveré a entregarte para que sea tuyo todo lo que sientas. Y vendrás a mi apretándome la espalda con las uñas como garras compartiendo ese viaje que sin rumbo ni paisaje lleva al universo donde ya no existen cuerpos, solamente almas.
Te he de proponer que no hablemos. Que frente a frente nos sentemos y que a las miradas dejemos que se digan sus palabras. Soltemos las manos y que se cuenten sus caricias y si cerrásemos los ojos será la señal de que hablan las almas. No te acobardes, es una propuesta sencilla que te invita a descubrir el mas profundo sentir que tu cuerpo abarca. No digas nada, que se callen las palabras y volvamos a las miradas, a las manos y sus caricias y a la razón de la vida que nos espera y nos junta para realizarla.
Se eriza la piel al escucharte y las ansias vuelan queriéndote atrapar en un abrazo. Fuerte, suave, para que sientas mis manos queriendo acariciar tu alma. Para que te sepas protegida, amparada y para que acompañes mis sueños. Escucho tu voz y vuelo por senderos del amor jamás transitados. Y se me infla el pecho como que quieren salir todos los sentimientos que tengo acumulados para darte.
Pienso en ti y quisiera escribirte lo que en el corazón siento. Me es imposible porque me lleno de sensaciones de las que no encuentro palabras. Las caricias, las miradas y esos besos infinitos que aún recorren mi alma. El calor de tu cuerpo que en este momento eriza mi piel y esos profundos silencios donde solo nos contemplamos felices y agotados de habernos entregado todo. Pienso en ti y es mucho mas que historia porque la siento viva ahora a pesar que la soledad me acompaña mientras el juego de la mente me llene de tu presencia. Estás aquí, en todo el ambiente, con el perfume, con el canto y con la sonrisa permanente que llena de felicidad mi alma y que me trae la calma en momentos inciertos. Pienso en ti y se que nunca te has ido.
No he de pedirte permiso. Me meteré en tu cuerpo convenciéndote con caricias. Y si tu negación es grande, buscaré el arma de los besos. No quiero la prepotencia que somete a la carne. Quiero llegar hasta los huesos para conquistar el alma. Llenarla de arrullos, sentir como vuela en la pasión inmensa, en la sensación infinita sintiendo el amor mas puro que pueda brindar el espíritu. No me alcanza tus ojos, quiero tu mirada que me pide apasionada otra entrega de besos para tu, meterte en mi alma. Y yo, sin negarme el corazón te abro pidiéndote que entres, que te adueñes de todos mis sentidos y que en un abrazo unidos volemos por inmensidades, de lunas, de soles, de paisajes celestiales donde solo llegan las almas cuando están enamoradas.
Volveremos a las manos que guardan mil caricias y en un estrecho abrazo sentirás el placer de saberte solo mía. Nos fundiremos en los besos que hace tanto aguardan llegar a este momento donde la verdad de las almas clama. Y seremos uno en el mar de los sueños y estaremos atrapados por cadenas invisibles hechas de amor, pasión y locura como jamás nunca estuvimos encadenados. Es tu cariño, tu mirada. Son mis ansias de tenerte y decirte frente a frente con muchos silencios delante, lo hermoso que es quererte y cuanto bien a mi alma le haces. Te amo, y eso, es incambiable.
He de volar sobre ti y apenas sentirás el susurro de las plumas al acariciarte. Querrás volar conmigo y te daré la bienvenida y haremos círculos en el cielo y piruetas de romance. Seremos dos aves juntas en el firmamento buscando el amor eterno que solo tienen los ángeles. Tendremos todo el tiempo que la vida nos depare entre caricias, besos y vuelos sintiendo la felicidad rebosante. Es lo que te propongo para iniciar los nuevos sueños, entre tu fantasía y mis versos apoderarnos del firmamento y volar por los sentimientos que solo en las almas cabe.
Pueden decirte las caricias lo que no pueden las palabras y puede un beso expresarte lo profundo que hay en el alma. Pero mas te dice mi silencio cuando me hundo en tu mirada. Porque te da la calma que el espíritu no conoce aunque en mi pecho bulla la desesperación de abrazarte, de poseerte, de amarte que la mantengo contenida para con los ojos acariciarte. Deja que te mire, dejate mirarte y así en mis sueños guardarte para que esta pasión dure toda la vida.
Te necesito porque es mucho el daño que se hace contra la vida y es en tu sonrisa donde encuentro reparo. Luchar contra el mundo me tiene agotado y las sensaciones cruzadas no me dan descanso. Te necesito, porque en tus caricias hallo la bondad que la bala acaba. La ilusión que mañana habrá alguien que acompañe a la noble causa de un futuro mejor. Y es en tus ojos donde encuentro el poder de la esperanza. Las máquinas arrasan todo, se inundan los campos con aguas salobres. La ambición del hombre ya no tiene reparo y es justo entre tus brazos donde calma su furor mi espíritu. Si, te necesito porque juntos haremos el gran cambio, yo escribiendo y tu amando. Y así, luchando y soñando quizás logremos cambiar el destino.