Es la hora, es el momento donde decir te quiero está de más si es que te tengo, como tu me tienes atrapados entre las garras del sentimiento. Ya no es un deseo. La pasión quedó lejos pues las caricias son ajenas al fuego y es de comprensión, de cariño, de sabernos que somos mas que cuerpos y nos convertimos en almas.
Y atravezamos juntos las secuelas del tiempo. Y somos jóvenes de nuevo en el sentir, en las miradas, creando sonrisas desbordadas entre los caminantes al vernos por la calle besarnos como adolescentes. No nos importa la gente porque nuestro mundo es aparte. Entre flores y jardines, entre mariposas y aves y entre las caricias suaves que comprenden todo. Somos jóvenes enamorados que con la carga de los años nos seguimos amando intensamente.
Si la vida te golpea y te sientes derrotada, acude a mi que buscaré la palabra que mejor aliente a tu alma. Y si no hallamos soluciones, encontraremos esperanzas. Y si ello, aún no alcanza, no faltará la caricia que calme la herida y el dolor que causa. Y si tampoco lo que te brindo basta te llenaré de sueños, de maravillas encantadas y llamaré a las hadas para crearte una sonrisa, porque no existe tesoro mas preciado como el fulgor de tu rostro cuando digo que te amo.
Rugen tormentosos vientos. El mundo atraviesa por tenebrosos tiempos que vaticinan crueles inviernos. Se resguardan las multitudes creando innumerables refugios concentrándose en las ciudades donde todo es desorden y barullo. Pero tu, amada mía te guardarás en mi pecho y juntos, frente al hogar de leños combatiremos tempestades. He de encontrar paz en tu mirada y la caricia anhelada no faltará entre nosotros. Las palabras de amor, los susurros en silencio y todo el mar inmenso de sinceros sentimientos no sentirán estos tiempos donde el mundo, se olvidó de las almas.
Pendulan los columpios en el parque de nuestros sueños. Las mariposas visitan cada una de las flores regalando su danza y colores al placer de nuestra vista, mientras nosotros, enamorados, tomados de la mano liberamos los sentimientos dejando que el mundo se contagie. Las juventudes se han ido pero sigo viendo en ti el brillo del sentimiento que nos une. Como una roca, como un cimiento al amparo de las mariposas que comparten nuestro cariño.
Entrelazarás tus manos con las mías y una mirada profunda dirá todas las palabras. Te acercaré a mi pecho y un beso suave sellará el encuentro. Te sentirás feliz, me sentiré desbordado. Entonces los dos, en un abrazo, confundiremos las almas. La entrega será absoluta porque el amor no tiene barreras. Y en un torbellino de sentimientos, en nuestro propio universo, desapareceremos.
Estás en mi aunque los brazos abiertos esperan tu llegada para saciar las ansias de sentir tu cuerpo pegado al mío. Confundirnos en un abrazo, tierno, suave, enamorado deseando únicamente entrelazar las almas. Quizás un beso, seguro que alguna caricia y mas que todo las miradas que en silencio digan cuanto ese instante extrañaban. Y mientras me entregas lo que tienes, yo, te daré la vida.
Y será tarde y será noche. Y una feliz sonrisa amanecerá en tu día como una estrella pegada en tu rostro. El calor del sentimiento acompañó a tus sueños queriendo volver de prisa a sentir ese abrazo, a disfrutar ese beso y mas que todo el silencio que acompañó esa cita, para sentirte amada mía, otra vez cobijada por mi alma.
Y te amaré mas cuando te encuentres escondida tras las cobijas de los sueños. Será suave, tranquilo, lento con el sabor dulce de tus fantasías. Tomarás la mano mía y te la llevarás al pecho cumpliendo el anhelo de que sienta tus latidos. Y te sabrás segura, rebozante de alegría al sentir tu sentimiento entregado a quien querías. Y no seré yo, será mi alma quien te abriga.
Se estremece el cuerpo. La ansiedad por los poros se exhala. Puede la locura de tenerte mas que el poder de la mente y los pensamientos, desaparecen. Las ideas no fluyen, la inquietud desespera. Y mientras el tiempo se detiene causando esta angustiosa espera, la calma se rinde y la voluntad se esfuma. Mis brazos están prestos al abrazo. La ilusión no cesa de crear fantasías y todo mi ser se debilita con solo sentir que estás cerca. Y cuando frente a mi te tenga no sabré mas darte que mi alma.
Bañaré con caricias tu cuerpo buscando que desangres los mas profundos sentimientos pidiéndome que te ame como jamás nadie lo haya hecho. Trataré de llegar al gemido mas potente donde sin querer dirás ámame, quiéreme mientras feliz gozaré de todo lo que me entregas. Pondrás el alma en la piel y trataré de abrazarla para que se confunda con mi alma en ese sublime encuentro. Y dejará de existir la tierra porque en los cielos estaremos.
Me atraparán tus caricias. Me dejaré hacerlo. Seré el esclavo de tus ansias y caprichos. No habrá nada que limite el deseo que sentimos y en la maraña de brazos todo entregaremos. Serás lo que no has sido, ángel y diablo y la locura del amor se apoderará de las almas. Serás mía, seré tuyo. Y en ese instante, tan intenso, tocaremos los cielos haciéndonos eternos en el sentimiento.
Escucha, has silencio, lo que voy a decirte a esta distancia no será con mi voz sino, con el alma. Te hallará donde te encuentres y la sentirás en el pensamiento que sin tu quererlo te invadirá el espíritu. Quizás no sean palabras, quizás no sean recuerdos, pero te llegará una caricia que sentirás en lo mas profundo del pecho. Quizás una lágrima rodará por tu rostro sin saber el motivo de la emoción que te invada. Y será eso, la caricia halada que ha viajado por el mundo para llevarte la calma y que te sientas amada por quien, a la distancia, te escribe estos versos.
Quiero estremecer tu cuerpo con palabras que no existen, con sonidos que no tengo pero que me ahogan el pecho de tanto sentirte. Quiero tener la música que endulce tus sentidos y que descubras en cada latido lo que mi corazón te quiere. Quiero compartir contigo todo lo que me desborda, la ilusión, las ansias locas y lo que se me arremolina en el sentimiento. Esta tormenta, este huracán de sensaciones que siento haciendo inútiles mis manos al quedarse solo con el gesto de quererte abrazar sabiendo que estamos tan lejos.
Cómo no quererte !!!!! Si la tibieza de tu ser la siento en la piel y me llena el alma. Se arrebatan las ansias de tenerte entre mis brazos y los sentimientos fluyen sin control, desbordando la conciencia y la razón. Una caricia tuya, una mirada perdida hacen que la vida tenga su real valor. Entonces, cómo no quererte si contigo he descubierto el amor.
Mirar tus ojos, sentir tus labios y comerme cada palmo de tu belleza, la que no tienes en el rostro, la que sale de tu alma. Sentir la angustia llana de querer abrazarte, de disfrutar tu calor, tu perfume, tus cabellos y saberme dueño de ello simplemente por amor. Es cruel la distancia que atrae a la nostalgia llenándola de ilusión y de remotos sueños, tal vez inalcanzables. Porque así, a esta lejanía, solo me queda soñar contigo.
Y volarás conmigo por travesías infinitas con las mismas alas con que te liberas del mundo. Un manto de caricias cubrirá tu cuerpo y el viento de esperanza le dará luz a tu cara. Será el amor mas puro que jamás hayas sentido porque nada se guardará mi alma y te lo entregará todo. Pasión, cariño, afecto. Un manojo de silencios y unos oídos atentos para escuchar tus gemidos y palabras. Y volaremos juntos, por mundos desconocidos, unidos por un abrazo, aquí, en el mismo lecho.
Echados en la hierba mirando el cielo, disfrutando la primavera y dibujando con las nubes sueños infantiles. Sabernos muy pegados mientras sin tocarnos, acariciamos nuestras almas solo, con sabernos al lado. Y seguimos contemplando con todo el sentimiento la felicidad que viene del cielo y nos llena los espíritus. Se que me amas aunque parezcamos niños porque el amor sin infancia quizás pierda su magia y también sus sueños. Yo te amo y por ello te doy las gracias que compartas este día de primavera, echados en la hierba y dibujando con las nubes.
Y estaré de regreso a la hora de las caricias, la que hace retumbar las campanas en cada gemido que te excita, en cada suspiro que exhales. Seré puntual a la hora establecida pues desbordarán las ansias que harán mas rápida la prisa de tenerte entre mis brazos para entregarte la locura que mi amor abarca. Y seré tan tuyo como tu mía y sabremos que la vida solo existe en nuestros labios con besos desaforados como si jamás nos hubiéramos tocado y ese momento sea el que tanto hayamos soñado. Y así, locamente enamorados, volveremos a amarnos, como siempre, como nunca.
Quieta, quédate así y déjame seguir soñando que te tengo en mis brazos aunque ahora estés atrapada entre ellos. Déjate ser mi realidad y sueño y te siga amando con lo que no controlo. Permite que la locura del sentimiento me invada en este momento y recibe todo lo que tengo para darte. Déjame ser tu amante y me sientas en el cuerpo y cuando duermas en tus sueños imagines que te sigo acariciando. Quieta, no te muevas, no me despiertes del calor que siento ni de la suave caricia que me regalan tus manos y apriétate a mi para juntos compartir esta real fantasía.
Acaricio tu espalda buscando las alas pues no puedes ser real, debes de ser un ángel. Con tanto cariño y yo, con tanta hambre de las caricias que me brindas y me hacen insaciable de ese amor, de tanta ternura que no me alcanza con abrazarte y demostrar mi sentimiento. No me alcanzan los te quiero, tampoco los te amo. Porque lo guardado en el pecho es mucho mas que palabras y ese vocabulario todavía no se ha inventado. Y por eso busco tus alas porque a tu lado siento que estoy en el cielo.
Entregado a tus brazos el mundo cambia. Desaparecen las fronteras que puedan retener el alma emergiendo las fantasías y los sueños para convertirse en realidades. Se contagian las estrellas y con una magia bella danzan al compás del sentimiento, el que nos une, el que produjo este encuentro y no queremos que se acabe aunque siga pasando el tiempo. Porque la vida es así, con palabras sencillas y sentimientos grandes, para vernos, para amarnos, para en cada caricia entregar la sangre que borbotea y puja al espíritu. Eres el ángel de la guarda que me hace feliz compartiendo mi vida.
Viene a mi mente tu sonrisa y me quedo navegando en el mar de sentimientos. Retornan a mi los sueños que en juventudes recorridas iban a conquistar el mundo. Y caminamos juntos pateando hojas secas por parques y praderas con la alegría de la vida. Hoy, el otoño es nuestro, lo plateado del cabello y las cicatrices impuestas nos llevan a la conciencia de no hacer tales locuras. Pero sigues siendo diáfana y pura mientras me tomas la mano y vamos andando y pateando las hojas que nos pone el destino. Porque tu amor y el mio pueden mucho mas que el tiempo.
Y el tiempo seguirá pasando a pesar que ya no estemos. Otras primaveras, otros inviernos y nuestro amor quedará en la historia en cada caricia, en cada beso, mientras sigan amantes habiendo. Porque se crea el sentimiento cada vez que nos vemos y se irradia la luz del cariño mas intenso. Y por ello te digo que no importa que nos pese el tiempo porque entre tu y yo fecundamos la vida.
Busco en tus ojos el calor que me falta y un vendaval de cariño me invade y desarma. Es tanto el amor que nos une que están demás las palabras. Ni las caricias alcanzan para descargar tanto sentimiento. Y en este amanecer, mientras lo cotidiano calla, te sigo mirando y soñanado que mañana te seguiré amando con el amor más sentido que mi espíritu pueda darte. Y es hermoso saber que estás conmigo y devolverte todo el cariño que me regala tu mirada. Pues es tanto lo que te siento que se estremece la piel de solo pensarte aún, teniéndote a mi lado. Porque eres parte de mi vida y de seguro, la mejor.
Ven a mi, entregate a mis brazos y permite que me lleve las angustias que te invaden. Dejame crearte una sonrisa que ilumine el día y le ponga fe al mañana. Dame lo que te pesa que juntos, se hará más liviana la carga. Confía, que el amor es mucho más que una caricia; es compartir las cosas buenas y malas. Es llegar a tu alma y sentirla en la mía buscando la alegría o un instante de felicidad. Y ella se encuentra aquí, entre los dos, haciendo bulla por contagiarnos apartando los momentos ingratos para que en nuestros ojos veamos lo lindo que es la vida. Vamos, ven a mi y demos juntos los mismos pasos.
Y recibirás la caricia que en mis versos te envío y volverás a los instantes que entre brazos hemos vivido. Recordarás cada beso, cada susurro, cada gemido y retornarán a tus sentidos todo el calor, todo el cariño estremeciéndote la piel y ahogándose en tu pecho. Sentirás lo mismo que yo siento ahora, en este instante en que escribo estos versos. Y juntos soñaremos, así, a la distancia, con que en algún mañana podamos volver a repetirlo.
Te quiero en cada palmo de la tierra que laboro y en la semilla que siembro con la confianza de una buena cosecha abonándola con el cariño que me llevará a tus brazos tras el arduo trajín de la faena. Y sembraré tu cuerpo como lo hago con la tierra con caricias que lleguen a tu alma, mientras la pasión en tu espíritu alborotada, me pedirá que fecunde en ti el mañana con la savia del amor que nos tenemos.
Y buscará mi espíritu tu caricia para encontrar el abrigo que necesitan los sentimientos. Se quedará con la ilusión de la mano extendida porque tras tu ausencia, solo me quedaré con el recuerdo. No estarás presente en el abrazo que ansío ni en el beso que mis labios claman para darte. Pero he de saber esperarte porque se que volverás a este nido donde dejaste tu fragancia, tu silencio, tu aliento y el vacío en un lecho extendido que dos cuerpos aguarda. Volverás porque te amo y también, porque se que me amas.