Un instante, un beso y el mundo se abrió al sentimiento. Sobraron las caricias. Se llenó todo de alegría y entró la luz disuadiendo temores. Se corrieron cortinas, se desempolvaron pensamientos y en un mar intenso de ansiedades compartidas, se le puso rumbo a la vida entre abrazos y besos. Fue en un solo instante donde se despertaron los sueños donde se decidió, cogidos de las manos, andar el camino hasta los tiempos eternos.
Te he de enamorar cada día con la palabra justa, con la calidez de la sonrisa y un ramito de flores para que te alegren la vida. Te buscaré en las mañanas para que me tengas presente en cada pensamiento que brote desde tu alma. Tendrás de mi la caricia callada y también el beso apasionado. Pero sobre todo, un corazón ardiente que con solo verte brinca en el pecho de amor creando la ilusión de jamás perderte. Es mi destino amarte, es mi ilusión quererte. Y por ello cada día tendrás tu ramito de flores cultivadas en mi alma.
Me quedé sin palabras porque no puedo expresar lo que mis manos sienten al acariciarte, al abrazarte. No puedo contarte el latir del corazón al verte ni las ansias que fluyen sin control en la mente. Me cuesta explicarte que le pasa a mi cuerpo cuando cargado de sentimiento quiere dártelo todo en un instante. Y no encuentro el verso ni la rima que delate las sensaciones infinitas que con una de tus caricias hacen de mi tu esclavo. No puedo, me falta idioma porque lo que dicen los ojos no está escrito en ninguna parte. Y los susurros del silencio mientras las pieles se juntan no hay manera de describirlo y las palabras parecen burdas. Te amo, y eso es lo que sabe mi alma.
Cuando mi mano busca tu mano es para andar el mismo camino. Quizás con pasión, quizás con cariño, quizás entre caricias, o entre profundos besos. Recorrer las fantasías que aún no inventamos haciendo senderos nuevos entre realidades que nos atropellan. Y encontrar la paz en cada paso mientras las miradas se quedan en el instante. Sin dar un paso atrás, siempre hacia adelante en pos del firmamento al que nos lleve el sentimiento estando felices y contentos de tenernos juntos a cada lado. Y para ello, mi mano busca tu mano, tratando de llegar a tu alma.
Los límites de la distancia se acortan en el recuerdo y las ansiedades despertadas aceleran el paso. Es el momento del encuentro donde se entregarán las almas quizás en una mirada que lo dirá todo. Y ya mas tarde, cuando se acostumbren los ojos, vendrán las palabras dándose las bienvenidas. Ya llegarán las caricias, ya se fundirán en besos y sabrán que amores como esos no existen muchos en la vida. Y se entregarán los cuerpos a la danza del sentimiento confundiéndose los miembros en pos de llegar al universo donde todo es etéreo y solo existen las almas. No se querrá volver a la realidad cotidiana pues se quiere vivir en la magia que regala ese momento. Pero ya, las obligaciones claman y el instante, quedó en el recuerdo quizás para atraparlo un día y volver a iniciar este viaje a las estrellas.
Voy por ti para enfrentar la vida. Necesito que me acompañes en esta aventura porque tu compañía me hace sentir completo. Vamos, carga la mochila, deja los recuerdos. Iremos a la búsqueda de un mundo nuevo. Crearemos fantasías, las realizaremos y por las sendas del amor juntos caminaremos. Dame tu brazo que te doy mi espíritu. El camino es largo y mejor, para disfrutarlo. Da el paso, yo te sigo y si quieres al revés voy al frente y tu me sigues. O si quieres aún mejor, andemos juntos de la mano. Vamos, que tu me acompañas como yo te acompaño y si bien nos amamos, el andar es otra cosa. Es encarar el viento, es oler la rosa. Es vivir las madrugadas cada instante, a todas horas y ver en tus ojos el brillo que le da luz a mi sendero. Ven conmigo que el tiempo acaba. El camino es largo y lo haremos con esperanza. Pondremos cariño al paso y de bastón la intensidad. Y cuando las fuerzas decaigan veremos lo andado y así, juntos de las manos nos reiremos de felicidad.
Sentir vibrar tu cuerpo bajo el mar de caricias y tu respirar fogoso de ansiedad y deseo es la magia del camino que sin piedad utilizo para encontrar tu alma. Hacer de nosotros uno con movimientos precisos palpitando cada suspiro conquistando el universo. Y suspender el tiempo en un viaje de auras donde no hay firmamento ni tampoco escalas. Y ser tuyo y tu mía en la profundidad de las almas aprendiendo la felicidad que nos da la vida en la explosión de un momento, sin espacio, sin tiempo dando todo el amor que nos cabe.
Podrás estar ausente a mi presencia pero en mi alma te mantienes presente. No hay paso que de sin pensarte ni cosa que haga soñando que te agrade. Estás conmigo en todas partes aún cuando no te piense, porque eres parte de la vida que me ha tocado por suerte. Y disfruto los jardines sintiéndote a mi lado. Gozo las melodías que en las madrugadas regalan los pájaros y me siento cobijado soñando contigo de mi brazo. El río sube su bruma y en esa neblina pura escucho que me dices que no se ve nada y se me dobla la mano como apretando la tuya dándote seguridad al estar acompañada. Y no estás conmigo en cuerpo, pero si lo estás en el alma.
Las olas del mar embravecido levantan la espuma haciendo figuras que el viento las eleva como conquistando la luna haciendo brillar mas aún las estrellas. Y dibujan pájaros, diseñan rostros, hacen miles de imágenes que ilusionan mis ojos. Pero una figura quedó suspendida por encima de las olas que el viento abatía. Era como un aura, un espíritu , una cara que bien distinguí sin necesidad de mucho mirarla. Y se me quedo en el pecho guardada porque supe que no era la espuma. Sentí que era tu alma que va conmigo donde vaya porque el amor, no tiene distancia.
Ten fe, no pierdas la esperanza que allá en la distancia hay alguien que te espera, alguien que aguarda el momento de verte y conquistar tu alma. Quien te escuche, quien te vea. Que sabe entender cada una de tus palabras y que es dueño del poder de la caricia que calma. Del beso que conmueve, del amor en la mirada. Ten fe, el mundo no acaba y el camino está echo para seguirlo con esperanza. Ya botaste muchas lágrimas en el correr de tu historia y es el momento ahora de renovar ilusiones. De tener otros sueños, de buscar otras sensaciones y de encender otra vez la llama que ilumine amaneceres. Sabes que estoy aquí, fabricando ese momento.
Como un rayo de luz entré a tu sueño para iluminar los lugares que te eran oscuros. Sigiloso y en silencio recorrí tu sentimiento y desenmarañé las angustias que ahogaban tu pecho. Llené de caricias tu alma y al ver mi labor realizada, en la frente te di un beso. Y me fui, quizás contento deseando que sigas tu sueño y que al despertar, hayas renovado esperanzas. Te dejé la simiente de todo mi cariño. Puse luz a tu destino para que todo sea brillante y al andar por los caminos que la vida te pone delante, lleves esa luz radiante para enfrentar adversidades. Y así sonreírle a la vida aunque yo ya no esté presente pues llevarás la antorcha que candente, sembré en tu sueño para que sea eterna y también, la enciendas a tus decendientes.
Quiero ser el pirata que aborde tu nave para apoderarme de los tesoros que llevas en el alma. Quiero ser el paladín que ajusticie tus bondades y ser el rey de emociones que antes nunca tuviste. Quiero ser el astronauta que te guíe por paraísos donde jamás nadie ha ido. Y convertirme en dueño del mundo de tus caricias y ser de ti, como ningún otro lo ha sido.
Tiene que haber mas vida después de la muerte porque la que tengo no me alcanza para darte mi sentimiento. Va mas allá del suspiro, mucho mas que el aliento que en estos pobres versos no podré contarte. Siento que soy alma, etérea, diáfana, alimentada de amor por una de tus caricias y mucho mas por tu mirada, que en el espacio vuela buscando tu alma. El espíritu que en mi vive quiere fundirse en tu piel para encontrar en tu ser el remanso del sentir que existe. Me sobra el cuerpo, porque soy todo sentimiento que atropella los sentidos y aveces, me deja sin aliento, sin inspiración para estos versos que solo quieren decirte lo mucho que te quiero.
Y después de la pasión, tras el silencio de las caricias y del fuego en los besos, vino la palabra, que es otra caricia, pero que desnuda el alma. Fuimos amantes en la piel, en la carne, en los huesos. Pero después de ello, nos amamos de verdad entre miradas, sin silencios. Y nos dijimos el sentimiento aunque las frases no alcanzaban porque era parte del acto que nos llevó por amarnos tanto. Y así te sentí mas mía, como si lo fueras de toda la vida, desde mucho antes del pasado.
Me trae la melancolía a pensar en nosotros tras el tiempo. Se junta lo vivido y los sueños del mañana siempre, muy disperso. Auno el amor que te tengo con lo que deseo para el resto de los días, imaginando en la fantasía andar por las sendas sin retorno con tu brazo cogido al mio y entre los dos, un solo corazón palpitando. Sueño con praderas, valles y campos que se expanden a nuestros ojos. Con el arrullo del mar a nuestro antojo salpicando con su música el sentimiento. Compartir atardeceres con cielos cubiertos de rojo y tu mirada cálida en mi alma incitando la llama de todo lo que siento. Me trae la melancolía sueños del futuro. Solo falta la casita blanca, con sus leños y jardines, o una pequeña cabaña para darle fin al hermoso camino que juntos, tu y yo unidos logramos hacer a través del tiempo.
Si vas a hablar de mi, hazlo conmigo. No lo digas al oído sino normal y claro como para que entienda y también aprenda lo que tus ojos ven lo que yo no he podido. Vemos en el espejo lo que queremos ver y mucho no me miro. Cuéntame tu parecer para enseñarme a ser quizás, un mejor individuo. No temas, te escucho porque me importa tu parecer y es que te amo tanto que quiero aprenderte a querer, para que te sientas saciada, comprendida, amparada y no hay mejor manera que entendernos con la palabra. Después vendrán las caricias, que ellas nunca faltan y los besos del deseo. Pero desde el alma quiero que me eduques a ser quien mas te conmueve. Bien sabes que mi espíritu se atreve por amor a complacerte.
Estuve volando sobre la inmensidad. No hubo sitio que no alcanzasen mis ojos y la sensación de libertad llenaba el alma. Cada cerro, cada casa dejaba en la retina el arte natural. Dominé parques, jardines; sembradíos y potreros. Y el único espacio mío era el que ocupaba mi cuerpo. Mas que volar, fue un sueño que disfruté intensamente porque dejé libre la mente al paisaje que se presentaba y que sin tener alas, me sentí como un ave. Quizás, porque fui llevado por ti, mi mas preciado ángel que mi mano no soltaste y me enseñaste a volar por los sueños.
Caen las gotas sobre el tejado haciendo la música que incita a los recuerdos y te extraño. Falta me haces frente a la chimenea de leños y entre mis brazos acurrucada. Duele la nostalgia, fluyen los pensamientos y sueño que quizás el tiempo pudo ponernos en otro lado. En tu juventud por ejemplo o en las aventuras de mi destino. Que quizás nos pudo haber unido en otra dimensión del universo con la caricia justa, con la suavidad del beso en el espacio ideal para no ansiar tu presencia, aquí, bajo la lluvia, frente a los leños.
Estarás prendida a mi disfrutando cada caricia, cada beso, cada mirada y te sentirás impregnada del aroma a amor. Bullirán en tus venas las ansias alocadas y liberarás la mente de todo pensamiento. Solo fluirán sentimientos desde la piel hasta el cerebro y no serás carne ni huesos. Y sentirás tu alma.
Estaba el alma caída en el fragor de la lucha cotidiana. Borrados los sueños y fantasías, con pena profunda, angustiada. Quizás las cosas no salían de la manera estipulada. Quizás la premura hizo gastar las energías sin encontrar la calma. Pero llegó el abrazo que como arte de magia cambió el panorama e hizo nacer la sonrisa, esa, tan divina, que ilumina tu cara. Y se juntaron tu alma y la mía para recorrer sueños olvidados. Para meternos en el pasado donde todo era luz y alegrías. Esos que con el tiempo llevamos en la piel, para no olvidarlos nunca, para que sean eternos. Y volamos de las manos danzando suavemente entre las nubes florecientes y los jardines iluminados. Y fuimos ángeles, y fuimos pájaros, pero lo mas importante, es que seguimos enamorados.
Solté amarras, icé las velas y puse el rumbo a tus brazos que me esperan. Liberé el sentimiento, encendí el candil para que mi barca a su fin llegue a ese puerto. Rogué al cielo para que me ayude la corriente ansioso de tus besos, de tu calor latente y de la mirada tuya que apura mi destino. Sopla el viento embravecido como anuncio de tormenta y no son nubes ni estrellas que desatan este vendaval. Son mis sentimientos que por afán luchan en mi barca empujando la marea. Y tras esta faena de cruzar tantos mares, arriesgando en la odisea lo que llevo de vida, en busca de la alegría de otra vez encontrarte para que por fin juntos seamos cielo, mar y tierra.
Tan solo una sonrisa y abrió el universo de lo posible. Se entregaron las palabras, se inició la conquista. Y entre sentimientos de atracción cada uno puso lo mejor para lograr la aproximación que ya estaba destinada. Y el primer beso llegó como oleada de marea alta invadiendo el espacio que dos corazones creaban. Y de allí en más, el amor, creando una historia nueva olvidando ya todo el pasado llenando el futuro con renovados sueños. Ansias, caricias y besos marcaron otro rumbo a dos almas que se encontraron.
Puedo ver tu alma a través del silencio que la caricia genera creando suspiros. Y es blanca, pura, bella que me enamora perdiendo mis sentidos. Ya no soy dueño de mi, atrapado estoy en sus cadenas que sin ser de acero, me condenan a entregar mi sentimiento. Y a pesar de estar preso entre suaves caricias y dulces besos, me siento feliz de serlo encadenado al amor de tu alma que me esclaviza.
Por tus ojos me metí en tu alma. Descubrí tanta angustia que te abracé con cariño. Sentí la necesidad de saberte amada y te dí todo el amor que mi alma pudo. No se si logré secar tus lágrimas pero hice mío el dolor que tenías. Lo cambié por una sonrisa que para mi, fue el mejor regalo.
Pudiste sentir mi alma mientras te amaba pero mas te amo cuando estás dormida. Porque se que estoy en tus sueños y es allí, cuando más eres mía. Verte entregada y tranquila. Quizás repitiendo las caricias que hace un instante nos dimos y volver a los besos, que con pasión y cariño llenamos a placer los cuerpos. Y acariciar tus cabellos sin que te des cuenta que vigilo tu sueño estando despierto y agradecido.