No me canso de ver tu rostro y sentirme orgulloso de ser el primer espectador. Disfrutar de sus líneas, gozar la sonrisa y sentir cada marca del tiempo como la experiencia en la vida. La belleza no envejece. Lo que envejece es como se mira. Y al mirarte cara a cara, cada una de tus mejillas, el arco de los ojos, la nariz fruncida o los gestos que a diario acentúan las palabras, me doy cuenta que mas te amo sin importar lo que te diga el espejo en que te miras.
Podemos volar entre nuestros brazos y sentirnos dueños del mundo que creamos. Pero la realidad bombardea las ilusiones haciendo que la verdad se encuentre solo en amarnos. Porque entre tus miradas y mis besos el universo se calma. Acalla sus estruendos, detiene su carrera ambicionaría y ante la caricia humana lo cotidiano cambia. Se enciende otra luz que ilumina la esperanza haciendo de la voluntad un gesto de amor. Y es lo que hacemos tu y yo entregando lo que tenemos, lo que guardamos en el pecho y quiere salir a borbotones, entre tus miradas y mis besos y es solo sentimiento.
La danza de las estrellas baila en tus ojos y siento la sonrisa del cielo cada vez que nos amamos. La calidez del sentimiento abriga el momento cuando a las caricias nos entregamos o tomando un café, solo conversamos. Se calma la vida en cada instante que compartimos y el barullo de la rutina se marcha en retirada. La voz de las sirenas canta en tus palabras y el cariño fluye abarcándolo todo. Mientras los ángeles acosan, testigos de nuestro encuentro queriendo ser partícipes de este romance para escuchar un te amo o un te quiero y contarle al cielo que el amor ha triunfado.
Agobia tu silencio mis sentidos mientras las manos buscan crearte gemidos llenando de caricias el espacio de nuestro romance. Tu piel, mar de sensaciones que buscan descubrirse al abandono del frenesí que trato de causarte. Busco en ti el placer infinito mientras te aferras a mi cuerpo para sentir que no vuelas sola y el poder del sentimiento hace que se unan las almas. Y entonces, viajamos juntos a los confines del universo haciéndonos dueños de galaxias timoneando los besos liberando el amor que llevamos en las entrañas.
Cómo decirte lo que siento si en este momento se me escapan las palabras poniendo en vilo las ansias para dibujarlo en un verso. Puedo decir que te amo pero eso no me alcanza pues es tal el sentimiento que fluye de mi pecho y alborota el alma. Puedo escribirle a las pasiones que entre caricias y besos creamos emociones. Pero eso no es lo cierto porque sin que estés también te anhelo fluyendo la fantasía con que me arrasa tu recuerdo. Cómo decirte lo que siento si ni yo mismo lo comprendo.
La historia cumple su faena llenándonos de recuerdos. Momentos complejos, travesuras inquietas. Aromas que con el tiempo van quedando en la memoria y que en el instante inesperado llegan a sorprendernos con algún abrazo, con algún beso que ya creíamos olvidados. Es mágica la sabiduría del tiempo. Y por mas que recorro sin querer o queriendo la historia que me ha tocado, en ninguna fecha he hallado un amor como el nuestro, porque jamás siento haber amado realmente como te amo. Quizás serán los años, quizás sean tus caricias o quizás el mismo silencio, ese, que acurruca mis sueños y te ponen de nuevo entre mis brazos.
Vuelan hacia ti las alas de mis pensamientos queriendo atrapar los momentos para nunca dejarlos ir. Mantener vivas las fibras que se excitan con los besos y revivir cada caricia que ha recibido la piel. Volver a las miradas que buscan lo profundo queriendo llegar al alma y así recomenzar la danza de caricias sin palabras y sensaciones infinitas. Está en ti, en tus manos, en tus ojos en tu alma esta sublime magia que es el arte de amar.
La tibieza de tu ser invade mi espíritu haciéndome sentir de nuevo adolescente. Me cubren nuevas fuerzas, otros sueños aparecen mientras las ansiedades crecen queriendo otra vez amarte. No me culpes de apasionado. Es que el sentimiento exige que no te separes de mi lado y seguir embelesado en cada uno de tus besos. No, no me culpes si es que estoy enamorado, si no tengo otro pensamiento que el de entregarme a tus brazos. y sentir fluir la vida en tus ojos reflejado. No, no me culpes porque te amo.
Sueñan mis versos por las noches para amanecer contigo cada mañana y dejarte a la alborada una sonrisa y una flor en el lecho. Sueños que nacen del pecho cual caricia enamorada sabiéndote mi amada con sentimiento eterno. El amor no tiene nombre porque es solo de las almas y es contigo con quien sueño, estando dormido o despierto regandote con los pétalos que de mi corazón salgan.
Te tengo a mi lado y sueño contigo tratando de no despertar en cada uno de los besos. Quiero seguir soñando con cada caricia que de ti recibo endulzando la vida en el brillo del sentimiento. Quiero seguir soñando para que este instante sea eterno y vivir así, al calor de tu cuerpo. Te tengo a mi lado y sueño contigo porque eres la mas bella realidad de lo que he vivido.
Tranquila, calmada; que somos dueños de la vida para poder disfrutarla. Tu mano en la mía marca el destino y por eso te pido que no debes separarla. Goza este momento en que estamos unidos por lazos mas grandes que los del sentimiento. Tu cuerpo pegado al mío compartiendo el mismo calor que nos regala la sangre y el amor que nos cobija. Calma, tranquila que ya vendrán las realidades a satisfacer los sueños que los míos ya están hechos al reflejarme en tu mirada.
Toma mi mano. Salgamos a la vida y demostremos al mundo la fortaleza del amor. Dame tus labios. Júntalos con los míos y hagamos de nuestras fantasías la mas bella realidad. Regálame caricias que sean imborrables para llevarlas en la piel y que todos las vean. Deja que sean mis tatuajes para que así en un instante brillen ante las miradas furtivas. Acabemos con la envidia y que todos se contagien. Obsequiemos amor, llenemos las calles de alegría, construyamos en la vida un paraíso celestial. Y así, unidos de las manos hagamos nuestra la eternidad.
El hogar está vacío y la ausencia de tu voz inunda el ambiente de silencio. Me haces falta, porque el calor de tus caricias aleja el frío de mi alma haciendo que la vida tenga el real sentido. Solo es capaz el cariño de crear paraísos donde antes hubo desiertos. Y lo riegan tus besos a la sed de mi espíritu. Cómo te extraño a pesar que hace unas horas estabas en mis brazos. Lo que puedo rescatar de la distancia es que crea la esperanza de volver a encontrarnos.
Miro mis manos llenas de tu ausencia y trato de ocultar ese vacío con la imagen del recuerdo. La nostalgia persevera agudizando un dolor en el pecho de esos labios que fueron todo el elixir del universo. Sigues siendo mía a pesar que hoy no te tengo porque el amor que siento no se pierde en un día. Y es para toda la vida lo mucho que te quiero.
Podría intentar contarte mi sentir entre tus brazos, pero tu mirada calla cualquier intento. No se cuando mas siento si cuando me miras o cuando me abrazas. O quizás rememorando los besos apasionados o en el instante justo, este, cuando pienso en ti y no se me ocurre como escribirlo. Es tan grande, es tan divino que no hay abecedario que me ayude pues el sentimiento tiene su propio idioma que se graba con caricias, con miradas, o así como ahora intentándolo escribir sin encontrar las palabras.
La vida fluye. El aire se renueva. El tiempo pasa para nunca retenerlo, pero el sabor de tus labios en los míos queda eterno y el calor de tu abrazo imborrable en el recuerdo. Te llevo en la piel, en el pensamiento, en las ansias y el deseo haciendo que mi vida quede en ti amarrada sin importar el tiempo que a todos nos pasa ni siquiera el aire porque de tu aliento respiro. Te amo con lo que tengo y también con lo que me falta. Te amo con todas las ganas que puede el sentimiento. Y eso es en si lo que exige mi alma.
Quisiera escribirle al amor y lo estoy viendo en cada movimiento que haces a mi alrededor. En cada gesto al acicalarte para mejor conquistarme aunque hace rato sabes que ya me tienes conquistado. Cuando das vueltas a la hora tardía, jugando con mi paciencia aún aunque sepas que no entraré en ese juego. Verte revolotear en la realidad o en mi cerebro es tener el amor presente al alcance de mis ojos y lo mejor de todo, es que me llena el alma.
Dejaré que me abraces. Te daré mis labios. Y sin mirarte acaso, buscaré tu alma. Hallaré en el silencio lo que percibe la piel y en la mirada ciega de las pupilas cerradas, encontraré la respuesta de todo el sentimiento. No tendrás un nombre, ni siquiera una cara, pero sabré que eres mi amada por todo lo que te siento. No hará falta la caricia, tampoco lo hará el beso Tan solo tu presencia para decirte que te quiero.
Me haz enseñado a valorar mi cuerpo porque necesito mis manos para acariciarte. Mis ojos para fundirme en tu mirada. La piel, para sentir tus caricias. Los labios para deleitarme en tus besos. No te imaginas lo que me haz enseñado porque ahora valoro mi corazón para sentirte tanto. Y a pesar que está en el cuerpo no es un órgano diferenciado, como valoro mi alma, porque con ella te sigo amando.
Las puertas de mi alma están abiertas para que entres y juegues con ella como bien te parezca. Es todo tuyo el sentimiento que genera y si tienes algún antojo de un beso o una caricia, pídesela a mi cuerpo que complacido, te dará lo que quieras. No temas, que la pena no te detenga. Estoy aquí para servirte porque no se amar de otra manera.
Bulle las vida entre nuestros cuerpos. Se intensifican las miradas y se apasionan las caricias al encontrarse ya ante el último beso. La distancia se aproxima alejando los momentos en que juntos volveremos a reanimar la historia. Esta, la de nosotros donde juntamos realidades con sueños y fluyen los sentimientos hasta que los cuerpos se convierten en almas. Y te estaré esperando con los brazos abiertos, porque aunque todavía no te vayas, ya te estoy extrañando.
Navegar en la barca de las caricias conduciéndola por todas las sensaciones, creando mareas de pasiones y sucumbiendo a cada remolino. Bucear en lo profundo en el océano de tu cuerpo produciendo olas de tempestades infinitas. Ser el capitán de tu mirada perdida creando gemidos propios de sirena y gozarte así, desnuda y plena en el acto de dar todo el sentimiento. Y después, la calma que mueve a tus brazos a estrecharse en mi cuello con un beso suave, profundo, tierno diciéndome que vamos juntos naufragando en la misma barca.
Abro la ventana y dejo entrar la vida llenándome con sus paisajes, creando nuevas fantasías. Y pienso en ti, acompañándome en cada sendero. Bordeando lagos, saltando charcos. Recogiendo las margaritas que adornarán el nido y brincando por el tiempo que ya lejos, se nos ha pasado. Hoy aquí, en la madurez de los años, te sigo joven soñando libre, intrépida y valiente regalándole sonrisas al cielo y conmigo a tu lado devorándonos la vida. Porque aunque ya seamos adultos, no estamos vencidos y somos capaces de amarnos aunque el paisaje de la ventana ya esté marchito.
Baja el agua del río buscando su salida al mar como así baja mi destino para encontrarse con tus brazos. Es tanta la ilusión de compartir este sentimiento que no alcanzan los pensamientos metidos entre fantasías y sueños en como poder amarte. Quizás con un abrazo constante o con un beso profundo, o quizás con la caricia suave y una rosa cada día para que te llene de alegría el saber que me tienes apresado. Soy tu escudero, tu sirviente, tu majo rendido ante la sonrisa que me das de pago y feliz yo de ser tu esclavo sabiéndome el poseedor de tu cariño.
Hay un sol en mi destino despejando las tinieblas. Ilumina cada rincón de lo oscuro que estaba mi sentimiento. Tan solo la calidez de tu caricia o la ternura suave del beso refleja los fulgores de la vida que no hace mucho antes realmente no conocía. Y entonces, cómo no imaginarme, cómo no tener ilusiones, cómo no soñar con fantasías que para mí, antes de ti de verdad no existían. Hoy, la puerta del amor está abierta y es fantástico este paraíso.
El poder del sentimiento se agudiza con los años. Ya no es la pasión desesperada sino, la calidez acompañada por la comprensión y el cariño. Hace rato que no somos niños y el calor de tu caricia me calma. El reflejo en tu mirada me hace saber que todo pasa y el amor, radiante y puro sigue siendo dueño de las almas. Si, te amo, con la calidez que nace desde el pecho y eriza la piel cuando lo pienso. Con la profundidad que no cubre el pensamiento y con la madurez sin cohibiciones. Te amo así, sin ilusiones porque ahora se que eres todo lo que quiero.
El prado florecido, las aves trinando. Tómame la mano y emprendamos el camino. Andemos por la vida sin buscar ningún destino con la brújula de tu sonrisa y el timón de mis locuras. Anímate, se valiente que para enfrentar lo cotidiano ya existe mucha gente. Seamos pioneros, innovadores, sin importar que no lleguemos de primeros. El baúl de los tesoros está en nuestras manos. En el palpitar de las almas, en el camino aún no andado. Y por ello, tómame la mano que la aventura existe mientras nos sigamos amando.
Poblarán los aires las caricias. Los colores de las sonrisas se llenarán de perfumes y tu alma con la mía se vestirán de gala ante el romance. Será nuestro amor como un nido abarcando todo el planeta, contagiando su alegría de ilusión, de fantasía y se saludará con besos sin importar la edad ni la apariencia. Crearemos del amor una epidemia donde nadie querrá estar sano y tomados de las manos bailaremos en plena calle. Un día, un minuto, un instante solamente, hasta que los envidiosos nos encierren.
La belleza de tu rostro enciende estrellas en mi mente. La sensación de tenerte así, frente a frente, nubla todas las ideas y me traslada a mundos diferentes donde el amor todo lo puede y no me importa el futuro, porque estás aquí, ahora, en este presente donde se regocija mi espíritu tan solo con tu presencia. Deja la casa de estar vacía. Tu alma toda la llena haciendo que las penas tomen la puerta de salida. Cuanto sentimiento hay entre nosotros que las palabras son escusas de lo que desean nuestros silencios. Es hermoso amarte y mucho mas hermoso, es sentir que me amas.
Descansas a mi lado y es como si soñase contigo. Disfruto tu calor, del perfume innato de la piel que brota sin maquillajes. De la placidez de tu entrega con la seguridad de que estás a mi lado. Y al verte, gozo por tenerte, así, acurrucada, dándome la espalda buscando el contacto con mi cuerpo como para sentirte confiada de que yo también estoy allí, cobijando tu sueño. Y es hermoso.