Te acuerdas de nuestras aventuras
que a veces atentaban
contra nosotros mismos?
Y cuando nos disfrazábamos de personas
aparentando la seriedad
que la sociedad exigía?
Cuántas veces nos inventamos peronajes
que nos quedaban un poco grande
para la situación que acontecía.
Si que hemos corrido
por inóspitos terrenos y caminos
quizás buscándonos a nosotros mismos
sin medir con los peligros
jugando así con nuestras vidas.
El juego de la vida
lo disfrutamos exprimiendo
cada situación, cada sueño
compartiéndolo de a ratos
entre amores y desvelos.
Claro que creamos historia
y ahora que lo recordamos
vuelven las imágines del pasado
cuando teníamos energías
para seguir andando
sin pensar en el tiempo
porque eramos jóvenes todavía.
Y en este momento,
conversando contigo frente al espejo,
con el rostro marchito,
el cabello perdido
y todos estos recuerdos
hago el balance de lo que ha ocurrido
en el tiempo con este cuerpo
y la conciencia aún limpia
aunque errores he cometido,
estoy contento de lo logrado
para tener el espíritu satisfecho.
Y lo comparto contigo,
único fiel amigo
que estás frente a mi,
en el espejo.
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