Puedo amarte como nunca porque el sentimiento que inspiras es mas grande que la vida. Ya en mi ser no cabe todo lo que siento, amor, cariño, deseo de permanentemente estar contigo. Y si no te tengo entre mis brazos, te sueño y desespero por cada gesto, por cada caricia que esta distancia infinita nos roba en el tiempo. Se que volverás algún día y estaremos juntos de nuevo. Y será maravilloso ese encuentro por esta historia que llevamos encima hecha de palabras y silencios, de caricias y besos, de amor y fantasías.
Es mas bello el paisaje contigo a mi lado porque compartir las cosas simples hace mas intenso este sentimiento. Disfrutar lo cotidiano alimentándome de tu sonrisa y sentir la espontánea caricia que sin argumentos recibo. Llevarte del brazo o cogidos de las manos y el beso fugaz, solo, por sentir alegría. Esa, que llena el alma porque eres mi compañía. Y no por un instante, sino, por toda la vida.
Serpentearán las flores a tu entorno llenando cada espacio de vida y yo, jardinero de ensueños, seguiré cultivándolas con el abono del cariño. Pondré amor a cada pétalo y mucha fe en sus raíces para que el aroma que irradien te produzca una sonrisa. Brillarán tus ojos de alegría y mi espíritu estará radiante de sentir tu alma complacida por este tipo de caricia que puedo brindarte. Yo siembro el jardín de tu vida porque tu, eres el Edén de la mía.
Te he de abrazar con el alma porque la distancia no me dejará tocar tu piel. Y soñaré con tus besos y con tus caricias que me harán estremecer. Te amaré en la lejanía haciendo de tu sonrisa la mas bella ilusión. Y en esa parte del corazón, donde estás escondida, será el altar del sueño donde siempre te encontraré.
Vuelan las fantasías contigo de la mano con un halo de cariño que inunda el pecho. No importan los paisajes que en el sueño paso porque la alegría de tenerte invade todo pensamiento. Es un cúmulo de colores con el manto azul del cielo y las sonrisas fulgurantes dándole luz al universo. No quiero salir de este sueño que se hace realidad cada vez que te beso y cuando naufrago en la ternura de tus ojos. Realmente tu no sabes de verdad cuanto te quiero.
El ruido no atormenta el silencio entre miradas porque las palabras no son necesarias para decir el sentimiento. Y en ese diálogo mudo sin ser ciego, entiendo lo que sientes como tu, lo que siento. Y quieren las manos atraparse y los labios húmedos encontrarse para decir en otro idioma lo que en el corazón late sin sonidos que obstruyan lo que grita la sangre. Y en ese abrazo intenso que ya es evidente, entregaremos el cariño existente acumulado ya por tantos años. Cada cual con su historia, cada cual con sus romances. Cada cual con su pasado para traernos a este instante donde tu me miras con el alma y yo, con el espíritu.
He de convencerte que te amo con una simple rosa que te llene de emociones. No tendrá espinas que te lastimen y estará llena de aroma a fantasía. Porque es eso lo que te ofrezco en la vida para que juntos intentemos la aventura de dormir bajo el mismo techo, compartir el desayuno y quizás, pelearnos por las cobijas. Contarnos lo que fue del día y soñar con futuros posibles. Sembrar la misma huerta y hacer de nuestro lecho la nave prodigiosa de los anhelos. Y seremos tu y yo embarcados para hacer este mundo que te ofrezco.
La alegría de la vida comienza con tus ojos y el sueño de tu presencia al alcance de mis caricias. Saber que existes y estás conmigo llena mi alma de fantasías que alguna vez, serán realizadas. Es hermoso amanecer contigo sintiendo así que la vida me canta y este inmenso amor que llevo tendrá el destino de tus brazos.
El ramo que hoy te traigo esta envuelto en un manto de puro cariño, porque del prado de donde lo he juntado está plagado del amor que rodea nuestro nido. Y por eso su color, púrpura, violeta, amarillo y también el celeste del cielo con su abrigo. Y en el medio de este ramo, la flor que he cultivado con el color de tus ojos, con el candor de un suspiro y con la sonrisa que te dice cuanto yo te amo.
Desde muy temprano esperas mi palabra puesta en una poesía para alegrar tu alma. Me inspiro en tu rostro al tenerlo entre las manos acariciando tus ojos con el fulgor de la mirada. Y te amo, con el sentimiento más profundo que no cubren mis ansias porque me eriza la piel y me hace doler el pecho. Es que es tan hermoso amarte que no existen palabras que realmente puedan nombrarte lo que arremete en el espíritu con solo pensar en acariciarte. Y así, nacen estos versos, con la imagen de ti y todo mi sentimiento.
He de amarte por la piel, con cada caricia, con cada beso recorriendo tu cuerpo como si fueras la escultura que labra el sentimiento. He de amarte con la pasión que bulle en la sangre y con el inmenso amor que brota desde el alma. He de amarte con las ganas de juventudes pasadas y con la sensible pausa que hoy, me regala el tiempo. Porque en la madurez que traen los años, se que te amo como nunca pude haber amado.
Basta una mirada para decirlo todo mientras la piel se prepara a recibir la caricia. Tierna, suave, tranquila, con el más profundo sentimiento. Luego llegará el beso que selle la unión de las dos almas y el espíritu del amor ha de hacer el resto. Se elevarán hasta el universo en la danza de los cuerpos al compás de sensaciones, de gemidos, de lamentos llegando a ser una estrella mas en los límites del firmamento sin querer regresar a la realidad cotidiana. El amor es sin palabras, solamente sentimiento.
Me quedé quieto escuchando la música de la vida. Al alba el canto de los pájaros, después el sonido de las máquinas. Entonces me fui al campo a sentir el silencio del labrador con los sentimientos metidos en la tierra y sus esperanzas en la próxima cosecha. Me quedé allí, metido en la naturaleza porque no se está mas cerca del infinito que cuando se vuelve a la propia esencia. Estuve en el mar con las gaviotas navegando por incontables puertos, sintiendo sus graznidos y aleteo. Me acompañaron las olas con su compás prodigioso y me llevaron en la fantasía a mundos que aún no conozco. Y volví a a tus brazos en la realidad palpitante, porque no hay mejor mundo, ni puerto, ni selva, ni prado que estar entre las caricias de la mujer que amo.
Estarán mis caricias acariciando tu cuerpo como la joya mas delicada que haya tenido entre las manos. Estará mi sentimiento embelesado y una nube de cariño cubrirá todo el ambiente. Porque no hay manera en que no te ame. Y por mas que las miradas ocupen todo el silencio, no me alcanzan para expresar lo que siento. La magia que nos une no tiene tiempo, y podré amarte así aunque ya no estemos.
Buscan mis ojos en el infinito eterno, el lugar especial existente en el Universo que pueda responder cuando preguntas hasta dónde te quiero. He de decidir entre una estrella o constelación. Pero las distancias se me hacen pequeñas para explicar tal razón. Y por ello cuando preguntes hasta dónde llega mi amor, para ser justo y sincero responderé, hasta el corazón.
Me he de jugar por ti. Pondré mis sueños, mis ilusiones, mis esperanzas. Es todo lo que tengo porque para más, no hay nada. Pondré los sentimientos que brotan desde el alma buscando tu caricia que mi sed de ti calma. Borraré mi pasado y compartiré un futuro nuevo que llenaré de bengalas para que no falte la luz en ese sendero que hoy a ti ofrezco para caminarlo juntos. Me he de jugar por ti porque eres la maravilla del universo que crea vida, que da consuelo y que alienta la fe que en ti tengo Me he de jugar por ti, si, porque te amo.
Tu cuerpo no es un cuerpo. Es el mar donde navegan todos mis sentimientos. Donde cada uno de los besos son el oxígeno de las profundidades. Donde cada caricia rema para alcanzar el clímax de la costa y donde el destino no existe tras tantas sensaciones. Tus gemidos son olas que me dan mas fuerzas para bregar en ese rumbo donde el cielo se te pega y hacer un horizonte plagado de estrellas manteniéndote allí, en el cosmos de la excitación. Eres mar, eres estrella. Eres el faro que mi ser aprieta siguiendo la luz en las tormentas que ambos incitamos en el acto de amor más sublime.
A veces soñamos con lo que no tenemos. Un viaje, un paisaje o un nido de amor de fuego y terciopelo. Pero se que entre tus brazos tengo el universo entero y la sensación que me produce puede mas que todos los sueños. No alcanza la inmensidad para sostener tanto cariño porque está mas allá de las almas, mucho mas grande que el destino. Y si este hizo cruzar nuestros caminos fue para crear un nuevo paraíso, para que entre tu amor y el mío hagamos la nueva vida.
Tomarás el vino con delicadeza. Brindaremos por la vida sin festejar ningún aniversario y agradeceremos estar juntos en el transcurrir de los años. Seremos dos celebrando en el hogar que construimos con fuego de chimenea, con alfombra en el piso y la mirada cálida de comprensión y cariño. Y brindaremos hoy y mañana y pasado, cada día tomados de las manos deseando con las copas jamás separarnos.
No somos los mismos. Porque el tiempo nos llevó con aciertos y errores, con virtudes y defectos a lo que hoy llegamos. El siempre no existe, Hasta el Cosmos se mueve y no es el mismo de antes. Y lo que hoy soy, te ama, porque tu caricia implacable deja marcada la piel para nunca olvidarte. El mar de tu mirada en sueños me naufraga a imposibles, que quiero llegar. No, no somos los mismos y es inútil pensar en lo que pudimos haber sido. Porque ahora es nuestro tiempo; sin antes ni después. La historia que cargamos hizo encontrarnos justo en este momento. El instante crucial del sentimiento donde no dudo que te amo.
Vive en mi cuerpo el torrente de tus caricias haciendo que se estremezca cada uno de los poros. El sabor dulce del amor que incita quiere que me empalague del cariño que brindas. Estoy hablando de la piel, de la carne, de los sentidos. Pero más te siento en el alma que es a donde realmente llegan tus caricias. A veces dichas, otras con la mirada o simplemente cuando cantas muy antiguas melodías. Te amo toda desde tus cabellos hasta el espíritu porque he aprendido que sin ti me falta la mitad de la vida.
Vamos cambiando. El tiempo cumple su labor y nos va marcando con lo mismo que hemos vivido. Se transforma la piel, cambian los rasgos. El esfuerzo crece para hacer lo mismo que antes y se delegan movimientos quizás, para hacerlos mas tarde. Cambian nuestros cuerpos mientras va creciendo el alma, con mas profundidad, con mucha mas calma abandonando ya las carreras que antes, las energías obligaban. Y hoy, con la intensidad que he perdido y con la experiencia que he ganado, con toda la calma que he conseguido al paso de los años, puedo decir que te amo por mas tiempo que haya transcurrido.
Bajé al mar para alejarme del barullo que atormenta los pensamientos y la conciencia y me sometí de las olas a su arrullo que con su música preciosa quitaron las ideas para poner sentimientos. La bóveda oscura del firmamento me trajo antiguos sueños acumulados con el tiempo de vivir intensamente. Y estabas tu en mi mente, combinada con las estrellas y la magia del amor hizo escala trayéndome la calma con el simple hecho de pensarte. Cuánto cariño en ese instante y cuántas aventuras compartidas! Y me di cuenta que mi vida empezó a tener sentido al encontrarte.
Mis caricias te esperan para darte la bienvenida al mundo de fantasías que elaboran nuestros sueños. Porque eres puntal de la alegría que mi alma necesita pues, con solo una mirada me alegras la vida. No es amor necesitarte pero pienso en ti día a día y es tanto el sentimiento que se me llena el pecho simplemente al escribirte y en estos versos decirte lo tan mucho que te quiero.
Las primaveras del alma cubren las demás estaciones porque la flor de tu presencia hace cálida mi vida. Y a pesar que el tiempo corra y las energías no sean las mismas, el amor que nos une puede contra cualquier invierno. Me dirás que las canas, que las falencias de los cuerpos, pero la historia pasada entre tus ojos y mil caricias hace que el sentimiento tenga mas fuerza todavía. Es cierto, la piel no es la misma, pero la madurez nos ha dado la profundidad del cariño, que sin ti, amor mio, no tendría sentido ni existencia.
Estarás esperando mi poema matutino, con el que despiertas cada día y te regala la sonrisa que te acompañará la jornada. Estarás ilusionada que te nombre en algún verso y lo hará sin pronunciarte. Pues será tu poema que sin nombrarte, acariciará tu piel, tu conciencia y tu alma. Porque eres la mujer que ocupa mi sentimiento y eres única entre todas las mujeres. Eres el manantial de vida por el cual escribo estos versos matutinos que te despiertan cada mañana.
Soy egoísta. Si, soy egoísta de ti porque me quiero apropiar de cada poro que recubre tu cuerpo. De cada sonrisa que embellece tu rostro y de cada caricia que se escape de tus manos. Quiero saber que es para mi todo tu sentimiento y ser partícipe de la felicidad que te invada el pecho. Quiero ser tu copiloto cuando viajes a las estrellas y escucharte decir que es maravilloso ese universo. Así, pegada a mi en infinidad de besos y que compartamos por siempre la maravilla de tenernos. Soy de ti egoísta, discúlpame, es porque te quiero.
No alcanza la palabra para expresar el sentimiento. Ni la caricia, ni el beso. Quizás con el silencio donde se guardan las almas, o en la mirada que busca mas allá del firmamento. Tengo que inventar un idioma nuevo entre silbidos y cantos o con música de los cielos. Que sea como los ángeles que viven de espíritu y se alimentan del amor como el que por ti tengo.
No queda mi sueño prendido en la noche porque de mañana despierto disfrutando tu presencia. Verte acurrucada a mi lado en el lecho y sentir el placer de tu cariño; llena mi espíritu, me hace más hombre porque contigo puedo derrotar al mundo y contagiarlo del amor que nos sentimos. La felicidad, no está en el sol que ilumina la mañana. Esta en tu luz que ilumina mi alma.
Navegué por el Universo recorriendo cada rincón del cielo, buscando el color ideal para un mundo perfecto. Todo el Cosmos me fue pequeño pues lo que mas encontré fue vacío. Entonces volví a la Tierra y me hallé sorprendido de estar atrapado en tus brazos y aprender que ese es el Paraíso. Descubrí que eres la estrella que siempre he buscado por tu color dorado en los cabellos, en la piel, en el alma. Y como astronauta del tiempo, y al amparo de tu abrigo ya dejé las aventuras que llevaba conmigo para sentir en tu regazo el calor de nuestro nido. Ya no necesito de Cosmos, ni siquiera de vacío, porque teniéndote a mi lado ya conquisté el Universo.