Tomados de la mano
recorremos parques y jardines.
Saltas, brincas con energías juveniles
y yo a tu lado disfrutando tu risa
gozando juntos la libertad que nos invade.
Brilla el sol en este día
reviviendo colores alguna vez perdidos
y respiramos el aire de estar vivos
con la felicidad de tenernos.
Tan real es el instante
que dudo estar dormido.
Estiro el brazo para tocarte
y sentir que estás al lado mío
en este lecho que compartimos
y que produce estos sueños.
Porque aún, sin estar despierto,
te sigo dando mi cariño
en fantasías, que alguna vez en el tiempo
fueron nuestros anhelos
y hoy, nuestro destino.
Ya no tenemos la edad que imagino,
pero los jardines y parques están extendidos
aguardando nuestro paso cansino,
tomados de la mano como en mi sueño.
Y saliendo de mi letargo,
viéndote y sintiéndote a mi lado,
me doy cuenta que el paisaje
es hermoso porque te amo,
así, en el lecho, entre cobijas y sueños,
fundiéndonos en un abrazo.
Daniel Valdman
