jueves, 4 de febrero de 2016

Calor

Estoy en ti
apretando tus latidos
para que tu pecho y el mío
tengan un solo corazón.
Para que tus labios
me invadan del calor
que nace de tu espíritu
y me hagan ser tuyo
como jamás lo fui de nadie.
Ser volátiles en el espacio
sin apuros, sin tiempos
y que nos entreguemos por entero
al mágico placer de amarnos
con sutiles caricias
por los cuerpos bordeando
cada pliegue que en la piel
crea sensaciones nuevas.
Y la pasión, del momento reina,
deje paso al sentimiento
aunque la sangre hierva.
Daniel Valdman