No les dolió matar inocentes
sin que sean combatientes,
sin tener ninguna arma.
Los trataron con tanta saña
que da miedo ver sus cuerpos
tan heridos, tan maltrechos
y en su mayoría ancianos.
Atacan la moral de los soldados
porque les cuesta vencerlos
en la franca lid del combate
y golpean a quienes
no pueden desplazarse
que son de nosotros la familia.
Llegan tarde las noticias,
no pudimos defenderlos
y nos llena de tanta ira
la crueldad de sus acciones
que con más fuerza y más brío
continuamos la batalla.
No perdemos ninguna bala,
todas llegan a su destino
para mostrarle al enemigo
que estamos dispuestos a ganarla.
Lejos de mi está tu cariño.
Hoy tengo mucha rabia
y debo controlar mi audacia
para no caer en sus manos asesinas.
Y mientras pongo en la mira
el cuerpo del objetivo,
pienso en ti amada mía
que al fin y al cabo,
es lo que estoy defendiendo.
Daniel Valdman.