sábado, 8 de junio de 2024

Caminante

Pasa el tiempo
y no somos los mismos.
Las circunstancias, las expriencias,
hasta una sonrisa
pueden cambiar nuestro destino.
Los sueños de juventudes
van quedando en el camino
obligados por realidades
para seguir subsistiendo.
No se puede llevar
el mundo por delante.
La corriente de la vida
nos detiene en las necesidades
y el rumbo de nuestros ideales
nos hace saltar abismos
que quizás nunca
creímos que existieran.
Y vamos creciendo en esa carrera
siempre sorteando adversidades
sin jamás llegar a la meta.
Cambia la mirada,
los músculos se tensan
sin tener las mismas fuerzas
para acelerar el paso
pues el andar del tiempo
es mucho más rápido
y las hojas del calendario
van cayendo ya marchitas.
Entonces llega la hora
en que los sueños se olvidan 
y con la piel ya gastada y vencida
caminamos sobre las historias
que llenan nuestros recuerdos.
Daniel Valdman.