jueves, 18 de febrero de 2016

Odisea

Solté amarras,
icé las velas
y puse el rumbo
a tus brazos
que me esperan.
Liberé el sentimiento,
encendí el candil
para que mi barca a su fin
llegue a ese puerto.
Rogué al cielo
para que me ayude la corriente
ansioso de tus besos,
de tu calor latente
y de la mirada tuya
que apura mi destino.
Sopla el viento embravecido
como anuncio de tormenta 
y no son nubes ni estrellas
que desatan este vendaval.
Son mis sentimientos
que por afán
luchan en mi barca
empujando la marea.
Y tras esta faena
de cruzar tantos mares,
arriesgando en la odisea
lo que llevo de vida,
en busca de la alegría
de otra vez encontrarte
para que por fin juntos seamos
cielo, mar y tierra.
Daniel Valdman