A veces, cuando te miro de lejos
comprendo por qué te amo.
Finjo estar haciendo algo
para que no te des cuenta
sin que te esté vigilando.
Es que me encanta
tu orden desordenado
y buscas mil veces
algo que está a tu mano
y disfruto contigo la alegría
al haberlo encontrado.
Me encanta tu sonrisa
y el gesto de triunfo
cuando la adversidad no pudo
vencer tus anhelos.
Y al mirarte, tanto cariño veo
que me siento como un niño
jugando a encontrar las cosas
que sin querer has perdido
o que las escondes
para jugar conmigo
hasta que nos hallamos en un abrazo.
Y si, así te amo
entre pequeños detalles
o entre grandes cosas.
Daniel Valdman
