viernes, 14 de octubre de 2022

Tifón

Despejados los cielos
tras la tormenta.
No perdonó el tifón
los árboles añejos
ni siquiera los techos
de hogares humildes.
Cayó sin anunciarse
cogiendo a todos desprevenidos
sin el menor atisbo
de que iba a ser tan fuerte.
Y ahora, a comenzar nuevamente,
a levantar muros,
a reforzar los tejados,
a quitar el barro
que trajeron las inundaciones
y a rezar que no vuelva
por un largo tiempo.
Si, a comenzar de nuevo,
a crear otros sueños,
a tener otras ambiciones.
La realidad es muy dura
y las necesidades son muchas
sin contar las ansiedades.
Pero ante tantas adversidades
la gente se junta
ayudando a rescatar
lo que queda en los hogares
y ofreciendo su voluntad
para los que más han sufrido.
No todo ha sido malo 
en este destino
pues se acabaron las rencillas,
los enemigos se dieron la mano
trabajando con el mismo ahínco
juntos como hermanos
tratando de reponer
todo lo que se ha caído.
Daniel Valdman.