En los pensamientos
que llevo ocultos
para que nadie me quite
el calor del sentimiento.
Te tengo guardada
en el rincón del pecho
más preciado y sublime,
ese que me hace a veces
caer una lágrima de agradecimiento.
Y vivo feliz con tu recuerdo
compartiéndolo en cada sonrisa
o en cada palabra de aliento
porque se que doy amor,
el que tu en mi generas.
Y así te amo,
entre caricias y besos,
entre sonrisas y miradas
y también, en el recuerdo.