dejando a su paso
el cielo descubierto.
La amalgama de estrellas
invita a los sueños,
a las fantasías,
a las nostalgias y recuerdos.
El silencio, cómplice de la noche,
hace crecer el Universo
y pienso en ti,
en cómo me gustaría
compartir contigo este momento.
Sentados en el prado,
cogidos de la mano
y soñar el mismo sueño.
Quizás en la distancia
estarás viendo lo que yo veo,
sintiendo lo que siento
y extiendes la mano
para encontrar la mía.
Estamos unidos por el sentimiento
que nos traen las estrellas
iluminando nuestras almas.