y habrán vientos.
Las tormentas con sus luces
iluminarán los cielos.
El sonido de los truenos
inundará el firmamento
y temblorosa,
te aferrarás a mi cuerpo.
Nunca faltarán
batallas que vencer.
Siempre han de aparecer
nubarrones en cielos claros.
Y para ello está mi mano
que te extiendo con cariño
para que tomes de ella
la fe que necesitas.
Somos dos,
la carga ya es distinta
y los jinetes de nuestro amor
jamás se pondrán en huida.
Luchemos con lo que tenemos
aunque solo sean sentimientos
que con ellos ambos podremos
vencer las calamidades.
Toma mi mano, mi brazo,
mi cuerpo entero
pues yo soy el guerrero
que por amor,
viene a salvarte.
