Quiero sentir tus pechos en el mío mientras me dejas disfrutar tu belleza. Quiero sentirte tan cerca que pueda aspirar el aliento de tu palabra. Dejar de soñar con tenerte entre mis brazos complaciéndome en el calor de tu cuerpo. Quiero sentirte tan cerca que podamos ver como se juntan las almas. Aunque tu ya estas desde hace rato, muy metida en mi espíritu.
Recojo las flores más frescas por la mañana llevándolas a tu lecho para así tu despertar esté lleno de esperanzas. Van cargadas del rocío que sobre ellas derramé con todo el cariño y con la luz y calor del Sol que aún no ha salido. Las flores que te llevo no tienen color ni aroma, solo el sabor inmenso que te pueda dar en un beso y el cálido sentir en la caricia. No necesitan de un florero, solo de tu alma que las reciba.
Recién amanece cuando tu sonrisa se escapa de las sábanas y muy acurrucada esperas el beso de los buenos días. La caricia ansiada, el calor de la mirada y la pereza que busca el placer de otro abrazo. Y en mis ojos ves cuanto te amo como yo en los tuyos lo mucho que por mi sientes. Y así, ya me haces feliz el día sabiendo que al final de la jornada estarán tus brazos que me aguardan ya, desde la primer sonrisa.
Tengo la caricia en el sentimiento. Quiere llegar a ti sin importar las distancias. Es tenaz y avasallante sin obstáculo que se le implante. Llena de amor está su alforja y su escudo, brilla de cariño. Su arma está en los labios cargados de besos y el corazón rebosante de suspiros. Y así es que te amo, entre distancias y aventuras que inventa mi mente muda compartiendo la locura que creamos al amarnos.
Hay veces que la vida ataca. Nos llena de inquietudes, nos sumerge en angustias y consume alegrías que llevamos guardadas para afrontar momentos como ellos. Pero tengo la suerte de contar con tu mirada, tus caricias, tus besos que me traen la calma y reponen la esperanza de que el mañana será más justo. Y no es que solo te amo por ello. Te amo, porque tu amor le da sentido a la vida.
Siento placer en tu caricia, aunque no estés despierta, aunque te encuentres dormida, el calor de tu cuerpo me regala paz y me excita sentimiento de cariño y ternura. Se somete la pasión a sensaciones más profundas donde el espíritu hace gala al cubrirte con sus alas abrigándote con amor siendo la mejor cobija que puedo darte. Y así, atrapados en el lecho, compartiendo el calor de los cuerpos, siento cuanto te quiero aunque permanezcas dormida y yo, afortunadamente despierto.
Es un suspiro a la vida cada una de tus caricias. Tiembla el corazón, se estremece la piel y llenas de cariño y amor producen sueños de un mañana mejor. Lo que regalan tus caricias no son sentimientos sino, esperanzas y ello, es mas grande que el futuro, es mucho más que un mañana. Es el sentir de la vida que hasta hoy, no conocemos. Es no claudicar, es tener fe. Es creer en ti y que me contagies para que crea en mi. Y así poder llegar al paraíso que soñamos.
Dibujan las nubes fantasías a nuestros ojos mientras la mente navega por insuperables cuentos. Y te veo volando conmigo entre cometas tratando de alcanzar estrellas más allá del firmamento donde el cielo se hace pequeño para juntarnos en un beso. Y está tu caricia en mi alma remontando en mi sueños olvidados, mostrándome un mañana afortunado porque lo compartiré contigo entre mis brazos.
Puede la piel más que la palabra porque un abrazo, una caricia dicen lo que aún no tiene nombre. Se quedó pequeño el idioma al definir sensaciones y quizás, si las nombrase jamás explicaría lo que se siente. Y por ello quiero abrazarte sin decirte nada, para que sientas el latir de mi pecho, la emoción de mis ansias, la lágrima que atrevida se escapa por la mejilla de tanto que mi alma te anhela. Y para contarte todo esto aún no se inventaron palabras. Quizás sea, por lo mucho que te quiero.
Necesita amparo el sentimiento, que se lo cobije, se lo acaricie y se le hable despacio. Necesita de un beso cada tanto y a veces de la palabra y también del silencio. Precisa de quien comprenda y al que comprenda, comprenderlo. Necesita cuidar su balanza para que no desborde o que nunca quede faltando. Necesita amparo el sentimiento y por ello, aunque yo te quiero, más que todo, te protejo.
A veces el amor no está solo en caricias y miradas. Está en la palabra que comprende. En el silencio que escucha. En la mano que extendida brinda el apoyo que se necesita quizás, para seguir adelante. Por eso te pido, si es que aún me amas, que no me regañes, que me enseñes. Que quizás veas mis pasos errados y si no me los muestras no podré corregirlos. Y yo, te seguiré amando aunque tal vez equivocado, tal vez loco, pero seguiré siendo el mismo.
Quiero alcanzarte con el poder de la palabra para que sea el aliento y la caricia que se anide en tu alma. Para que escuches que te quiero con todo el sentimiento y que sin importar distancias sientas esa caricia rozar tu cuerpo. Y si es que no te llega aún llevada por el viento, te enviaré un suspiro en alas de palomas para que el mensaje recibas con todo mi cariño. Y si aún ansías más amor en nuestro nido, te enviaré mis sueños diciéndote que sin ti no vivo.
Vuelan los sueños buscando tu presencia, la caricia que estremece, el beso que alivia y esa sensación de vida que me causa tu aliento. Vuelan por los rincones en universos muy extremos porque no estás al alcance de estas manos que te ansían. Buscan mis labios pronunciarte y el latido del corazón desespera pues tengo el alma llena de cariño para entregarte. Vuelan los sueños buscando tu presencia sin abandonar la esperanza de poder encontrarte.
Quedan las caricias amarradas a los vientos para que surquen los cielos como cometas refulgentes y lleguen a los brazos de mi bien amada. Duele a veces la distancia y más cuando la añoranza trae bellos recuerdos, los que ansiamos se repitan entre abrazos y besos y carcajadas claras riéndonos de la vida. Quedan las caricias amarradas a los vientos al igual que los besos que quisiera darte cada mañana. Y hoy, ya es el mañana cargado de esperanzas de poder darte el abrazo que jamás nos separe.
Revolotean las musas a mi frente. No tienen nombres, no veo sus rostros. Solo la transparencia de sus alas que encandilan el alma y alborotan el espíritu. Las tengo confundiendo la mente y yo lucho, buscando la manera de esquivarlas y quererte entre palabras que estas musas se empeñan en desaparecerlas. Que gran locura la mía que por amor daría toda la inspiración con su alegría solo para contarte cuanto te amo.
Acariciaré tus cabellos, te traeré la calma que sentirás en el cuerpo y también en el alma. La vida te será más liviana porque seremos dos que llevemos su carga. Y quizás en el sendero nos encontremos con sonrisas y lágrimas. Con ortigas y rosas, con jardines y desiertos. Pero estará mi hombro presto para ayudarte en el camino. No faltarán caricias y besos, ni fantasías ni sueños para llegar al mañana. Ese que tanto anhelamos muy lleno de esperanzas. Y no importa si llegamos al destino deseado. Lo importante es el camino que juntos vamos andando.
Tu no eres perfecta, ni yo tampoco. El transcurrir del tiempo va dejando sus huellas tanto en la carne como en el alma. Perdimos la inocencia para salvar nuestro espíritu y nos llenamos de defensas por lo que hemos aprendido. Florecen virtudes, se marchitan defectos y todo hace que en algún momento alguien nos valore por como y quienes somos y nos regala el sentir confianza en nosotros mismos. No, tu no eres perfecta. Estás llenas de incertidumbres, de dudas, de gestos. De actitudes que necesitan comprenderse o dejarlas simplemente reconociendo que son parte de ti. No, no eres perfecta y por todas tus imperfecciones es que también te amo.
Mueven los sentimientos tu mirada y se impresiona mi alma ante tanta belleza. Cómo evitar acariciar tu cara si ante tanta ternura no tengo defensa alguna y se acaban los pensamientos. No soy dueño de tu sentir ni tampoco de lo que yo siento. En este vendaval de emociones me dejo llevar en remolinos de inconsciencia porque el amor no tiene razones para que alguna razón comprenda. No me importa la locura si he de vivirla en tus brazos.
Cuántas lunas hay en tus cielos ? Cuántos soles en tu universo ? Acaso el Cosmos te es pequeño ante la luz que irradias a los planetas? No te alcanza con ser mi estrella para iluminar mi vida y mi sendero? O acaso aún no sabes que eres mi lucero ? A tu lado solo soy luciérnaga cargada de sentimiento. Me basta con llegarte al alma en una caricia, en un beso o en uno de esos silencios que en la distancia estira las manos para abrazarnos. Y así, yo luciérnaga y tu lucero, déjame que siga por las noches, iluminando tus sueños.
Estás en el lecho pegada a mi cuerpo y la maravilla de la vida brilla en tu descanso. Te estoy mirando y sueño contigo porque tanto cariño me cuesta creerlo y entonces, te acaricio, para que ambos percibamos la realidad del momento. Soy feliz de saber lo mucho que te siento ahora o cuando compartimos cualquier cosa. Una taza de café, un paseo por el parque o los silencios que tanto nos dicen. No solo son los besos que la piel pide. Son las almas que danzan la vida.
Me sorprende tu belleza cada vez que me miras con el alma. Cuando ya entregada y exhausta me regalas el último suspiro y se llena tu rostro de satisfacción y agradecimiento. Cuando ya rendidos nos entregamos al descanso y recuestas tu cuerpo en el mío buscando el abrigo que dé calor a tu espíritu. Y me sigue sorprendiendo tu belleza que una mujer tan bella ame el amor que le brindo pudiendo tener mil motivos muchos mejores que mi futuro incierto. Y no es solo que te amo sino, que por ti vivo.
Estaré contigo buscando la vida entre miradas y caricias, entre suspiros y silencios. Navegando en horizontes lejanos al alcance de nuestros sueños o en cada paso que damos al caminar por los parques. Así buscaremos la vida, tomados de la mano, sintiéndonos acompañados más que por los cuerpos, por las almas.
Dibujan en tu cuerpo las caricias pinturas que solo tu sientes. En cada poro un pigmento para darle color al sentimiento conque logro estos trazos. La música de fondo está en el silencio para escuchar cada suspiro que emana de tu aliento y cada gemido que arranco de tus entrañas. Eres la obra perfecta por mi amor creada y soy feliz por ello.
Estará el mar a nuestro antojo. Bailarán las olas la música de nuestros sueños y las nubes pintarán en la majestuosidad del cielo, los corazones que nazcan en nuestro romance. Y se contagiará la vida de nuestro sentimiento. Tomaremos con alegría todas las adversidades y las cambiaremos por besos y caricias y también por sonrisas que regarán nuestras almas. Te quiero, y el amor crea sueños que solo veo en tu mirada.
Surcan el cielo las estrellas fugaces y en cada una de ellas envío el deseo de encontrarte. Aunque estés conmigo, al amparo de mis caricias, al latido de los besos, al espíritu que excitas, para no perderte, para nunca alejarme. Y si es que la vida me llevó por otros lares, me permitan esas estrellas fugaces volver a encontrar el rumbo donde poder hallarte
Seguiré tu canto, volaré tu vuelo. Me meteré en el fuego que tu pasión lleva por dentro para arribar a las calmas aguas del cariño. Te pediré que imagines porque llevaré a cabo tus fantasías. No importa donde sean si en la Tierra o en el Cielo que para ello tengo alas, las que me puso el sentimiento. Seré tu hacedor de ilusiones, tu labrador, tu carpintero. Seré el albañil de tu sueño o el arquitecto del camino, todo para andar contigo por el mismo sendero no importa, ya te digo, si en la Tierra o en los Cielos.
Acarician mis manos tus cabellos mientras navego por recuerdos de pasadas juventudes, cuando el mundo era nuestro y el futuro, solo un sueño. Cuando corríamos por los parques pateando hojas de otoño y los columpios nos invitaban a hacer parte de su vuelo. Cuando solo necesitábamos saber que estábamos uno al lado del otro y que al tomarnos las manos sentíamos que estábamos vivos. Hoy, tras el tiempo transcurrido y con el otoño en nuestros cuerpos, ya sin tener las energías para correr por los parques, te sigo amando como antes, como cuando eramos casi niños.
Vamos, no perdamos tiempo. El hoy se aproxima. Está por llegar el día que esperamos toda la vida. Toma mi brazo. Regálame una sonrisa y juntos andemos por los senderos que nos lleven al mañana. Siéntete segura. Yo te sostengo y si alguna piedra rueda la apartaré del camino. Vamos, la vida es nuestra y no habrá tormenta que nos detenga ni viento que nos asuste. Vamos, confía que el amor hay que vivirlo desde antes que llegue su día.
Camino por la orilla plateada del lago viendo a lo lejos centellar los rayos. Paisaje hermoso venido del cielo que disfruto a medias porque no estás a mi lado. Cómo me gustaría tomarte de la mano para caminar en silencio disfrutando esta maravilla o contándote un sueño, venido como cuento, creado por la fantasía que producen esas luces brillantes en el cielo. Cómo me gustaría que tu alma y la mía juntas anden por esta orilla compartiendo la vida.
Llega el otoño trayendo sus dolencias. Afuera el viento arrastrando hojas secas y por dentro el cobro de los excesos y vivencias. No pueden retornar las hojas caídas al árbol que las sustenta ni tampoco se puede retornar el tiempo a la vida. Ahora, con los años puestos y sin haber realizado montones de fantasías, el sentimiento crece y se hace más sensible a las cosas sencillas. Y por eso, le doy tanto valor a tu sonrisa porque es la que ilumina lo que resta del camino regalándome la alegría en cada mañana del nuevo día dándome el motivo de seguirte amando porque entre tus brazos, siempre encuentro primaveras.