Estoy recorriendo tu piel queriéndote acariciar el alma y los sentimientos de posesión que me invaden son mas profundos que solo abrazarte. No está en las miradas de cerrados ojos ni en las palabras que no se dicen. Es algo que revienta en el pecho y que quiere poseerte mucho mas allá de la carne. El espíritu que llevo dentro quiere meterse en ti y abrigarte, apropiándose del bien que puede darte y de defenderte ante los males de la vida.
Siembro el amor todos los días cuidando que sus semillas siempre den buen fruto. Lo riego con caricias y lo alimento con besos que aveces no son de los labios, son del sentimiento. Le pongo abono en palabras que quizás sean esperadas y sobre todo la fe de que llegarán a mi amada. Siembro amor todos los días porque es lo que más nos hace falta.
Acompaña mi amanecer el trino de los pájaros haciéndole coro a los pensamientos hacia ti. Y me doy cuenta que no hay música mas preciada que los suspiros que me regalas cuando acaricio tu piel. El sentirte entre mis brazos y saborear el sentimiento cuando se juntan nuestros labios, crea coros celestiales imposibles de imitar. Los ángeles nos cantan mientras nos amamos, envidiosos y exasperados por la melodía extraordinaria que brota de nuestras almas. Daniel Valdman
Estoy ante ti sin tocarte, asombrándome de tu belleza. No son tus rasgos los que mi atención llama sino, es el brillo de tu esencia. Eres para mi la mujer completa que recibe el sentimiento en el espíritu y en la carne. Que deshace mi ser con la caricia y la que me inhibe el pensamiento con la palabra. Eres la elegida del destino por la que mi alma está enamorada.
Estoy abstraído en tu imagen y la sensación de cariño hace que mas te extrañe. La ansiedad de tenerte crece, de amarte y desearte aún, estando contigo. Es que este amor es increíble porque ocupa todos mis sentidos y el escribirte es poco porque no complace lo que la piel exige. Deseo tu mirada, añoro tus palabras, mas de lo que dices, por el tono de la voz que me subyuga y atrapa. Y las caricias que ahora no tengo, en este momento igual las siento como reflejo imborrable de tu presencia.
Las rosas que te traigo no son de mi jardín. Esas las guardo para cuando vengas y estén a tu cuidado. Se llenarán de amor cuando las toques pues es lo que tus manos brindan y contagian el paisaje en el mundo que formamos. Y la cabaña se llenará de luz. El hogar encendido, las cacerolas humeando y solamente, con sentir la presencia, sabremos cuanto nos amamos. Eres el Sol de mi universo. Quisiera ser de tu vida el cielo.
Puede que las tormentas arrecien con sus vientos, rayos y truenos. Puede que sientas que se cae el cielo y las angustias dominen a las esperanzas. Puede que flaqueen las fuerzas pero estoy aquí para sostenerte. Para que al apoyarte seamos dos sosteniendo la misma fe y enfrentemos los huracanes que depara la vida. No es tan fácil la propuesta, pero siendo la única que nos queda, aferremonos al mástil del amor para poder superar esta contienda.
No alcanzarás a verme aunque esté a tu lado, pero sentirás una energía cuidando de ti. Buscarás alcanzar mi mano aunque no esté presente, para suavizar la angustia y los temores que sientes. No podré estar contigo pero me tendrás a tu lado. Será con fe pero sin rezos, será con amor pero sin caricias. Te alcanzarán mis sentimientos para cobijarte y hacerte sentir que no estás sola. Estaré para acompañarte, aunque no me veas, aunque esté distante.
Transcurrí la vida para encontrarte y al tenerte entre mis brazos siento realizar los sueños. Nunca imaginé un rostro, solamente un sentimiento que al verlo reflejado en tus ojos siento que el espíritu se me sale del pecho. Cuanto amor hay en tus caricias, cuanta dulzura en tus besos que al amarnos hacemos un cuerpo con el mismo corazón y las mismas ansias. No puedo separarme de ti porque eres la esencia de mi alma.
Entrarás a la casa sin golpear la puerta pues te estará esperando para que habites en ella. Se iluminarán las paredes tan solo con tu presencia y se llenará de aromas propiciados por tu esencia. Y será todo amor en cada paso que camines y hallaras una caricia en cada rincón. Será para ti la casa albergue, oasis, estación y si así lo quisieras también será morada, para que te quedes por siempre en la casa de mi alma.
No hay razones para amarte. El sentimiento deambulaba solo entre un sin número de almas y se topó contigo entre todas las encrucijadas que encontraba en el camino. Y me quedé allí, abrazándote y acostumbrándome al calor de tu cariño. Jamás podría llegar a mejor destino que el del amor que hicimos en este nido. Daniel Valdman
Pienso en ti y la piel se estremece. La ansiedad de unirme a tu cuerpo para saborear ese calor, apasiona mis sentidos robando todos los pensamientos. No soy mio, te pertenezco, porque deja todo de tener sentido al encontrar la vida entre tus brazos. No me arrepiento de ser tu esclavo si la felicidad de tenernos nos alimenta dándole libertad a la conciencia ocupando su lugar los sentimientos.
Claman mis caricias por tocarte porque el alma desespera en tu ausencia queriéndo sentirte de una manera que jamás dejes de amarla. Naufraga mi ser al capricho del sentimiento guiado solo por el brillo de tus ojos que a la distancia se ven tan hermosos que me siento como marino enloquecido por las sirenas. No te pierdo, solo te alejas. Es cuestión de espera y paciencia porque llegará el instante de tu regreso para que sigamos siendo un nido de primaveras. Daniel Valdman
Arrío la vela al viento para hacer mas corta la distancia. Quiero que vuele mi barca sobre las crestas del mar. En la costa me estarás esperando vestida de flores y aroma a jazmín. Llegaré salobre por la faena y salpicado por el agua que me trae a ti. No espero tu abrazo, pero como ladrón te robaré el beso que tanto he extrañado y te alzaré hacia el cielo para que vea el universo que nos hemos encontrado. Y juntos, saltando y bailando, llenaremos la playa de amor
Tomo café pensando en ti y una nube de sensaciones recorre cada poro del amor que vivimos. Las imágenes se mezclan en un torbellino de sentimientos que me hacen saber que estuve a las puertas del cielo. Y que tu, mi amada, eres la guardiana del paraíso.
Me trepé al árbol para divisar tu llegada tras tan larga espera que me llenó de ansias. Quiero verte caminar por la pradera antes que los perros ladren felices al olfatearte ya que mi corazón estalla con tan solo pensarte. Imaginarme el encuentro, partir los labios en el beso y estrecharte entre mis brazos y hacer ese abrazo eterno. Me trepé al árbol por desespero porque está por llegar la que mas quiero.
Vamos remero, cruzame el río que mi amada me espera y para ella son estos lirios. No dejes detener la barca que mi desespero es grande y tu ya sabes que el tiempo se acaba. Vamos remero, has un esfuerzo, que la corriente es dura pero este es mi encuentro con el ser que mas amo y al que la vida entrego.
Amanece la nostalgia trayendo tu recuerdo escapándose como fantasma entre nubes de pensamientos. Quiero atraparlo para disfrutar los instantes vividos, llenos de pasión y cariño, diciéndonos todo en silencio. Quiero volver a ser lo que fuimos, dos ángeles en un destino.
Eres el campo donde cultivo mis mejores rosas que saldrán doradas y púrpuras por el cariño en la tarea. Tienen de riego el aliento de tus besos y el abono de caricias que le doy a tu cuerpo. Tienen el sol de las miradas y la magia del viento en un suspiro. Tienen todo el amor que por ti siento y tienen tu alma como abrigo.
Porque eres el mar donde navego mi barca remando con caricias sobre tu piel agua, dejándome llevar a los confines del amor y la pasión sin distancias. Eres la libertad del firmamento y el viento que empuja mi vela. Eres también la mar quieta donde descansa la ilusión de mis sueños.
La caricia suave, el pecho abierto y la sonrisa dispuesta a recibir el beso. Es tu rostro que describo al sentirlo entre mis manos en la fantasía que ahora veo por no tenerte a mi lado. Y cuando estamos juntos es tan grande el sentimiento que se me queda en la garganta atrofiado, como queriendo salir desesperado y ansioso, solo puede darte un abrazo; de fe, de cariño, agradecido por encontrarte en la vida.
Mientras vigilo la paz de tu descanso quisiera verme como personaje de tu sueño y así cuidar con mas esmero todo el reposo que te hace falta. Darte amor desde muy adentro y que lo sientas en las fantasías que hace la mente mientras dormitas y mi corazón está por ti pendiente. Quisiera llenarte de una energía que al despertar sientas su abrazo, que te llene de vida, de alegría y de esperanza en el mañana. Quisiera llenarte el alma, mientras estás dormida, de todo el sentimiento que llevo y me lo devuelvas en una mirada.
Quisiera entrar al mar una noche contigo y disfrutar de las olas y estrellas al unísono. Amarnos en la playa desierta y que todo el cielo fuera testigo. Besarnos entre lunas y planetas sintiéndonos ángeles en el paraíso. Quisiera que el Universo se llenase del cariño que brote de nuestros cuerpos y almas y que cada ola que nuestro espacio invada se lleve la noticia que tu eres mi amada. Y también quisiera que esa noche jamas se acabara.
Rutilante sol ilumina el prado haciendo que las flores realcen su color y me tienta a cortarlas todas para ofrecértelas en un ramo de amor. Pero más amor tiene el prado que me incita esta pasión de darte el mundo entero, la luna, el sol, el cielo y todo lo que quepa en mi corazón.
La ventana abierta deja entrar el aire a la alcoba y esa frescura hace que te estreches mas a mi. Me imagino que en tus sueños hallas el calor que buscas mientras que en mi sentimiento me alegro de cobijarte. De que confíes en mi para ampararte y que te entregues despojada al amor que nos tenemos.
Soy de ti mas que de mi mismo porque tu amor me impulsa a tener nuevos sueños. A crear la fe que aveces me hace falta en momentos de angustias y de nostalgias. A creer que todo es posible con tu mano apoyando quizás, ideas locas. Y regalándome la confianza en que no estoy solo en esta aventura del vivir.
Navegué por todos los mares para encontrar la paz en la tranquilidad de tu playa. Llevado por caracolas y sueños, la marea me abandonó entre tus caricias. Y soy navegante naufragando en el infinito mundo de tu cuerpo donde cada sensación es un destino, donde cada suspiro, un beso.
Me despierta la noche con sus fantasías soñando con tu rostro entre mis manos y esa dulce sensación que amparo del sentimiento grande que brota por los ojos. Llena mi espíritu el calor de tu cariño y no cabe en el pecho emoción tan grande que lucha por escaparse a través de las caricias tocándote la piel, queriendo llegar al alma. Imposible contarte lo que siento cuando en instantes, como en este momento, sin tenerte, te amo.
He venido a conquistarte solo con la mirada, hundiéndome en el mar de tus ojos para desnudarte el alma y saber cuanta esperanza ella lleva guardada. Cuanto amor es el que cargas sin entregarlo todavía y abriendo mi pecho mostrarte que hay un nido que te aguarda. Que aún hay pasión en mi sangre y caricias enternecidas que se mueren por tocarte con el mas sutil de los cariños. He venido a conquistarte porque mi alma, ya la tienes enamorada.