bajo mi balcón.
Estoy en la cima
de la fantasía
viendo la realidad
de la vida
moverse entre mis pies.
Corren las ardillas,
los perros a las palomas persiguen
mientras las otras aves,
balanceándose en finas ramas,
alimentan a sus críos
en enmarañados nidos
imposibles de replicar.
Se mueve la vida
en la brillantez del día
limpiando pensamientos
y conciencias.
Los sueños
confiados a la almohada
van tomando realidades
en cada rayo de sol,
en cada trino de aves
y en el alma que se siente
libre y soberana.
Daniel Valdman.