miércoles, 16 de agosto de 2023

Realidad

No escondo mi edad,
tengo encima todos los tiempos
plagados de experiencias
tanto propias como ajenas
que el cuerpo ya las siente
con sus marcas de memoria.
Vuelven manchas de cicatrices
que alguna vez fueron heridas
y están para todos a la vista.
Pero las que no se ven
son las que más duelen
porque han dejado su marca
en los rincones de la conciencia.
Entonces se valoran fuerte
tras vendavales y tormentas
rogando por otro día de sol
para borrar las inclemencias
y tener la sonrisa abierta
sin pretender que alguien comprenda
las cargas que lastiman los hombros. 
Hoy el alma se rebela,
no quiere saber de patrañas,
desea mostrarse libre y soberana
sin pudores, sin máscaras
y con las verdades a cuestas
de todo el tiempo que se lleva
con experiencias propias y ajenas
que al fin y al cabo
han forjado esta vida.
Daniel Valdman.