domingo, 22 de marzo de 2020

Día

Domingo, cinco de la mañana.
Ya hace varios días
que es Domingo
porque este encierro hace
que se repitan los mismos días.
Amanecí sin saber la fecha exacta.
Lo único que sentía
es que me haces falta
pues en esta repetición del calendario
sigo estirando las manos
tratando de que estés conmigo.
Y en vano se desespera mi alma.
El café está tibio
esperando aún compartirlo contigo
y el lecho está revuelto
de tanto que lo he movido
tratando de tenerte en mis sueños.
Y aquí estoy, como todo el mundo,
apretado en un encierro
cuya libertad solo la encuentro
cuando me entrego a tus brazos.
Daniel Valdman