martes, 25 de abril de 2017

Jardín

Así como la lluvia
baña la pradera,
así debo regar
el jardín del sentimiento.
Abonar con cariño su esencia
en cada palabra, 
en cada gesto.
Quitar las malezas
que lo atacan,
separar las hojas secas
que ya han cumplido.
Alegrar el jardín 
con flores nuevas
cuando las viejas
hallan hecho su ciclo.
Renovar cada beso.
Suavizar cada caricia.
Crear nuevas sonrisas
y tener el oído atento.
Hacer una pausa
cuando se necesita silencio
y dejar que el amor,
en este jardín de sentimientos,
siga creciendo.
Porque, al fin y al cabo,
es la vida.
Daniel Valdman