domingo, 1 de marzo de 2020

Madrugada

La sinfonía de la vida
canta en la madrugada
entre trinos y gorjeos.
Las máquinas están en silencio
y se puede disfrutar el momento
con la mayor calma.
Y te pienso
pues el sabor de tu piel
no se ha ido de mis ansias
y aún te tengo a mi lado
aunque estés ausente,
porque te tengo presente
más que todo en el sentimiento.
Y al escribirte,
mi alma se conmueve
y quieren mis manos
continuar las caricias.
Esas, las que te enloquecen
y me hacen saber
que eres más mía.
Y te amo,
a estas horas
en que todo está callado
y puedo sentir
que aún estás a mi lado.
Daniel Valdman