domingo, 19 de septiembre de 2021

Desencuentro

Azul sube el humo del cigarrillo.
Con ansiedad espero su llegada
para disfrutar la ternura en su cara
y quizás las mismas ansias que tengo
para estar un momento conmigo.
Llegué temprano,
mucho antes que la hora señalada
y mientras el segundo café se enfría
danzan en mi mente las fantasías
de lo que puedo llegar a decirle.
Me levantaré a su llegada,
quizás un beso en la mejilla,
quizás, no le diga nada.
Quizás me quede en su mirada
fascinado por su compañía
tratando de encontrar su mano
para brindarle una caricia
mientras el temporal de sensaciones
me invada todo el cuerpo
y las palabras se ahoguen
sin querer en la garganta.
Quizás sea temprano todavía.
El tercer café se enfría
y comienzo a preocuparme
por su tardanza.
Quizás esté en camino,
quizás el tránsito la atrasa
mientras la hora ya pasa
de lo que tendría que ser su partida.
El cenicero está lleno
tras la angustia de esperarla.
Y los sueños se esfuman
al no poder encontrarla
mientras el cuarto café aguarda
con la desilusión del tiempo perdido.
Y al no conocer los motivos, 
ya me voy muy triste y acongojado
porque ella no ha llegado
robándose todos mis sueños.
Daniel Valdman