martes, 1 de noviembre de 2016

Prisionero

Estoy amarrado en el tiempo,
enredado entre tus caricias
y me quedo en las miradas furtivas
que nos damos entre beso y beso.
Es el amor tan grande y profundo
que no logro retenerlo en el pecho
y estalla en pasión indomable
para de cariño y deseo llenarte.
La piel se eriza, las manos tiemblan
mientras los cuerpos danzan
al compás del sentimiento
queriendo llegar mas lejos
de lo que cabe en la conciencia.
Y es allí donde me tienes,
amarrado en el tiempo,
enredado entre tus caricias
en el instante preciso
cuando se juntan las almas.
Daniel Valdman